Fuentes de Herrira han señalado a Efe que, una vez se haga efectiva la libertad condicional, Uribetxebarria deberá ser trasladado a un cuarto de planta del Hospital Donostia desde la habitación carcelaria donde ha permanecido ingresado.
Asimismo, han señalado que el arrasatearra podría seguir ingresado en el centro hospitalario, donde entró el pasado 1 de agosto, otra semana más, hasta concluir el tratamiento de radioterapia que comenzó el pasado lunes y que, en principio, «podría durar unos quince días».
El portavoz de Herrira, Jon Garai, ha afirmado a los medios de comunicación que la libertad condicional de Uribetxebarria es una «gran noticia», pero que «llega tarde» porque el arrasatearra «debería estar en libertad desde hace siete años cuando se le diagnosticó el cáncer».
Este retraso, ha opinado Garai, ha hecho que el estado de salud del recluso sea «irreversible», una situación de la que la ha responsabilizado al Gobierno español.
Tras anunciar que las trece personas en huelga de hambre a las puertas del centro hospitalario han abandonado la protesta, Garai ha señalado que «gracias al compromiso y las movilizaciones de la sociedad vasca» han conseguido la liberación de Uribetxebarria y ha asegurado que obtendrán también la excarcelación de los otros 13 presos en estado grave.
Respecto a la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria de la AN, José Luis Castro, que ha concedido la libertad condicional al preso en una resolución que es recurrible en el plazo de cinco días, el portavoz de Herrira ha señalado que han hecho una «lectura de urgencia», porque los abogados de Uribetxebarria «no tienen todavía el auto».
Tras estas declaraciones, los simpatizantes de Herrira han plegado a modo simbólico la silla con el nombre de Iosu Urbetxebarria, una de las 14 que han estado desplegadas estos días en la explanada del hospital con las identidades de los presos políticos gravemente enfermos.
Herrira ha emplazado a llevar a cabo este viernes una nueva concentración en el Hospital Donostia para reclamar la liberación del resto de los presos que padecen enfermedades graves.