Las palabras del coronel retirado Francisco Alemán, que llegó a afirmar que «la Constitución deja muy claro cuál deberá ser el papel del Ejército ante una situación como la que pretenden los separatistas catalanes», no han merecido ni siquiera la reprobación del Ejecutivo. El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, se ha excusado en el hecho de que Alemán lleve fuera de los cuarteles desde 2003, lo que lo sitúa fuera de las normas castrenses. Ante una pregunta formulada en la sesión de control del Gobierno por parte de la representante del PSC, Teresa Cunillera, el titular de Defensa ha defendido que el exuniformado «no está sometido» a las normas militares ni a las «limitaciones de la libertad de expresión» que, a su juicio, rigen la normativa castrense.
«No creo que este Gobierno ni las Fuerzas Armadas deban recibir lecciones de democracia», ha insistido Morenés, quien ha tratado de minimizar el impacto de las amenazas del antiguo coronel. «Lo clamoroso es que dé portavocía a quien no tiene interés», ha afirmado, después de que Cunillera le recordase que, pese a que Alemán no está ya dentro de la carrera militar, «utilizó el uniforme» para lanzar sus advertencias.
Una circunstancia que no preocupa al ministro de Defensa, que no tiene previsto tomar acciones contra el uniformado. «Tiene facultad para ir al juzgado de guardia», ha recomendado a la diputada del PSC. Así, Morenés ha dejado claro que no incoará ningún expediente y, dando un paso más, ni siquiera ha utilizado su turno de palabra para censurar las amenazas del uniformado contra Catalunya.