Un impresionante despliegue de la Ertzaintza, que se ha empleado a fondo para eliminar cualquier tipo de protesta ciudadana, y un acto político de exaltación del fascismo en su estado más puro, en el que tan solo han participado un centenar de ultras, es el resultado del permiso otorgado a La Falange, Nudo Patriota Español, Vieja Escuela Madrid y Alianza Nacional, y que había sido cuestionado por diferentes fuerzas políticas y sociales.
Las calles del centro han estado algo más de cuatro horas vigiladas por un férreo operativo policial, que ha impedido cualquier tipo de concentración en Jardines de Albia y sus aledaños para que los ultraderechistas campasen a sus anchas, y que ha reprimido con dureza las muestras de rechazo a las proclamas.
Hasta quince personas han sido arrestadas al tratar de manifestarse contra la concentración, mientras tan solo se ha detenido a uno de los ocupantes de uno de los tres autobuses que se han desplazado desde Madrid, a pesar de que han sido más los que viajaban en él que se enfrentaron con los miembros de la Brigada Móvil.