El titular de Interior, quien compareció ayer ante la Asamblea Nacional francesa, fue «muy claro» sobre el arresto y la entrega de Aurore Martin el pasado jueves, y pidió que se ponga fin a la «polémica sobre una cuestión grave».
Valls ha sido objeto de críticas por parte de electos de todos los partidos políticos representados en Ipar Euskal Herria –incluido el suyo, el PS– quienes le acusan de haber dado luz verde a la operación y dudan, asimismo, de que el arresto hubiera sido «fortuito».
Si bien el propio Valls afirmaba hace unos días que Martin fue detenida en un control rutinario de carretera, ante la Asamblea francesa aseguró que el control en el que fuera arrestada la militante independentista era anti droga.
El ministro arremetió contra los electos que han puesto en entredicho la versión oficial. «Quienes dicen lo contrario, mienten», dijo, para añadir que algunos han llegado al límite de la difamación.
«Los gendarmes han hecho su trabajo y no admitiré que electos pongan en duda el trabajo de la Gendarmería cuando se trata de aplicar una decisión judicial», defendió.
Asimismo, ha reiterado que él no intervino en la decisión de arrestar a Martin. «Estamos ante el caso de un proceso judicial. La orden de detención europea es una operación que se realiza de juzgado a juzgado», ha insistido.
«En el nombre de la separación de poderes –continuó–, el Gobierno no ha intervenido y no intervendrá, y tampoco lo he hecho yo».