El presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin, ha relatado en rueda de prensa lo sucedido desde que el pasado 5 de diciembre recibiera un correo de una persona no identificada que le exigía el pago de 25.000 euros bajo la amenaza de que de lo contrario haría público que estaba facturando como abogado importantes cantidades de dinero a Caja Navarra, de las que también se beneficiaba su hijo.
Como consecuencia del dispositivo puesto en marcha tras su denuncia ayer fue detenido el diputado del PP Santiago Cervera, quien, según ha explicado en su blog, acudió al lugar en el que fue detenido tras recibir un correo electrónico en el que se le indicaba que podía disponer de cierta documentación sobre asuntos relativos a Caja Navarra.
«En este asunto yo soy la víctima, el denunciante y en el proceso judicial soy el acusador, no soy el juez, no voy a enjuiciar a Santiago Cervera, ni mucho menos al PP, porque sé distinguir muy bien entre las personas y las organizaciones a las que pertenecen», ha dicho al ser preguntado sobre la implicación del dirigente del PP en esta cuestión.
Tras precisar que éste no es un asunto del PP, «es un asunto de Santiago Cervera», ha asegurado que le «sorprende mucho» que no tomara la decisión que tomó él y se ha preguntado por qué al recibir «un correo en el que le dicen que le van a dar documentación comprometedora contra Caja Navarra» no lo denunció ante la Guardia Civil o lo comunicó a alguien de su partido.
«Es él quien ha sido detenido y es el que ahora en un proceso con todas las garantías tendrá que hacer ver si su versión de los hechos es la correcta», ha añadido Asiáin quien ha señalado que él «ni se cree, ni se deja de creer» la versión de Cervera.
Asiáin, quien ha reconocido que fue sondeado por el abogado de Cervera sobre la posibilidad de retirar la denuncia, ha sido tajante al afirmar que no lo va a hacer «mientras los hechos no estén absolutamente claros».
Sobre su relación con Cervera, quien ha reconocido que ha sido «muy crítico» con la gestión de Caja Navarra, ha comentado que hasta hace poco era «normal», pero de un tiempo a esta parte Cervera rompió esa relación y tomó una actitud «muy agresiva» no basada «en hechos ni en opiniones respetuosas» sino rebasando muchas veces los límites de lo que entiende una «crítica razonable».