Durante sus intervenciones en la primera sesión del pleno de investidura del próximo lehendakari, que mañana culminará con la designación de Iñigo Urkullu, Antonio Basagoiti, Patxi López y Gorka Maneiro han criticado el proyecto político presentado por los jeltzales, especialmente en lo referente a los planes para un nuevo estatus para la CAV.

El líder del PP de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba ha mostrado la disposición de su formación a apoyar al futuro Gobierno de Lakua si se compromete «solo con las obligaciones prioritarias del país», en referencia a la salida de la crisis y la generación de empleo.

Basagoiti ha dicho a Urkullu que si por el contrario «utiliza la crisis económica y sus consecuencias como una suerte de oportunidad para sus obsesiones separadoras o para esconderse de sus responsabilidades» será responsable de que no sea posible ese acuerdo.

Ha lamentado que en su discurso, el candidato a lehendakari por el PNV no haya concretado «nada en lo económico», pero sí haya «apuntado inestabilidad hacia lo político».

Basagoiti también se ha referido a la intervención de la otra candidata, la de EH Bildu, Laura Mintegi, a quien le ha reclamado que «condene» a ETA, sus atentados y que no «mezcle víctimas y verdugos».

López, por acuerdos «para hacer país»

El secretario general del PSE, Patxi López, ha dicho al candidato a Iñigo Urkullu, que su grupo está dispuesto «a buscar acuerdos para hacer país, no para deshacerlo» y para afrontar la crisis pero con un proyecto «serio y realista».

López ha reprochado a Urkullu su falta de concreción y la ausencia de un programa de Gobierno y ha recordado las críticas constantes que ha tenido que soportar por parte del PNV en su etapa como lehendakari con el argumento de que carecía de programa. «Y el suyo, ¿dónde está?», ha preguntado.

Sin embargo, ha renunciado a hacer una oposición de revancha, basada en el rencor, y ha afirmado que su grupo está dispuesto «a acordar con el Gobierno Vasco para hacer frente a la crisis juntos» pero para ello, ha dicho, tiene que plantear «un proyecto serio y realista».

En este sentido, ha indicado que el PSE «está dispuesto a buscar acuerdos» y ha propuesto, en primer lugar, un consenso para llevar a cabo una reforma fiscal profunda.

Por otro lado, ha propuesto un acuerdo para la creación de empleo y otro para la modernización de los servicios públicos y su defensa frente a los recortes.

En este sentido, ha puesto otra línea roja al nuevo Gobierno de Lakua: «Nos tendrá en frente en políticas de recorte sobre recorte».

Asimismo, ha emplazado a Urkullu a decir claramente si su objetivo es la independencia o la defensa del autogobierno de la CAV.

En cuanto al discurso de la candidata de EH Bildu, Laura Mintegi, López ha dicho que «aunque pretenden aparecer ante la sociedad como lo nuevo, no lo son, ni mucho menos, porque están amarrados al pasado y a lo más oscuro que ha sufrido Euskadi».

Maneiro: «Euskadi no necesita planes soberanistas»

Por su lado, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha advertido a Iñigo Urkullu de que «Euskadi no necesita planes soberanistas ni nuevos estatus políticos», sino «modernizarse internamente y abrirse al mundo», ya que pretender «la independencia o cosa parecida es un disparate que nos llevaría a la ruina económica, política y social».

En ese sentido, ha defendido el constitucionalismo «sin complejos», frente a «los nacionalismos grandes y pequeños».

Maneiro ha asegurado que, durante la legislatura que comienza, realizará una oposición «constructiva» pero estará «muy atento» para ver «en qué se quedan» algunas de las propuestas que «sorprendentemente» ha planteado Urkullu este miércoles al «hablar» de reducir el entramado institucional, de reforma fiscal y lucha contra el fraude, a pesar de que UPyD «lleva tres años y medio planteando estas propuestas y solo había una cosa segura: que el PNV iba a votar en contra».

En referencia a Laura Mintegi, Maneiro ha dicho que «no puede ser candidata a lehendakari» porque «representa a una coalición que sigue sin condenar la historia criminal de ETA, que sigue sin exigirle su disolución definitiva e incondicional».