Al margen de la cuestión a debate, han hecho bastantes alusiones directas a la situación en Euskal Herria. Por ejemplo, para Carl resulta evidente que en estas sesiones «hemos escuchado la mala noticia de que ustedes se han perdido un poco en el camino, pero ya han oído que en Irlanda y Sudáfrica también ha pasado en algunos momentos. Hay que tener mucho cuidado con pensar que esto es un proceso lineal, muchas veces algún elemento falla o es débil».

Para Colm Campbell, cofundador del Instituto de Justicia Transicional de la Universidad del Ulster, el de Euskal Herria es uno de los «cuatro grandes» conflictos del mundo en los últimos años, junto al del norte de Irlanda, el de Israel-Palestina y el de Sudáfrica. Ha incidido en una cuestión que le parece propia y a la vez preocupante: el modo en el que el «pacto de olvido» existente en el Estado español sobre el franquismo puede perjudicar a la «transición vasca».

Por su parte, Brandon Harper, experto sudafricano de origen pero residente en el norte de Irlanda desde hace diez años, ha puesto el acento en las dificultades para afrontar el pasado. Como ocurrió ayer con la cuestión del desarme, los intervinientes han reclamado que se aborde con una gran amplitud de miras. Para Harper, lo primero que hay que hacer es decidir si se quiere o no afrontar ese pasado. Su opinión personal es que sí, porque si no ese debate termina por resurgir. De hecho, ha explicado que en Sudáfrica pensaban que «a España le iba muy bien sin afrontar su pasado, pero la cuestión ha reaparecido, con cierta tensión».

Tras estos dos días de sesiones, los organizadores harán públicas unas conclusiones, probablemente después de Semana Santa y tras refundir todas las aportaciones de las personas y agentes que han acudido a las sesiones o que las han enviado de otro modo.