Tal y como había avanzado en dos recientes discursos, Oriol Pujol, imputado este martes por tráfico de influencias en el ‘caso ITV’, ha dado un paso atrás y ha anunciado, en rueda de prensa, que abandona temporalmente sus funciones como secretario general de CDC y como presidente del grupo parlamentario de CiU en el Parlament. Sin embargo, el hijo del expresident ha informado que «la delegación de funciones» es reversible y que seguirá ocupando su escaño como diputado.

En la rueda de prensa -convocada poco antes de hacerse pública la imputación-, Pujol ha asegurado que es «muy consciente del contexto» en el que se produce la noticia, en medio de «un profundo descrédito de la política y los políticos» y pleno «proceso de transición nacional en Catalunya». Ha recordado también que dicho proceso «va mucho más allá de mi o de CDC».

Pujol, que ha señalado que su decisión ha sido comunicada y aceptada tanto por el president, Artur Mas, como por el líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, ha asumido su posición de imputado y ha empezado desde hoy a defenderse, asegurando que no ha sido «ni colaborador ni necesario en ninguna trama corrupta».

El imputado ha comparecido en la sede de CDC flanqueado por Jordi Turull, Josep Rull y Lluis Coromines. El primero, ahora portavoz del grupo parlamentario, será quien asuma las funciones de presidente, mientras que los otros dos se encargarán de suplir a Pujol dentro del partido. Estas sustituciones temporales, sin embargo, tendrán que ser ratificadas por un comité ejecutivo extraordinario que la formación celebrará esta tarde.

Con la imputación de Pujol ya son tres los diputados del Parlament imputados en presuntos casos de corrupción. Dos de CiU -Pujol y Xavier Crespo- y uno del PSC -Daniel Fernández-. En todos los casos, los imputados han abandonado sus cargos dentro de las formaciones políticas, pero han mantenido su escaño en el Parlament.