El dictador egipcio Hosni Mubarak ya está en libertad, después de que a primera hora de la tarde un helicóptero acudiese a la prisión de El Cairo donde se encontraba y lo trasladase al hospital militar de Maadi, en el sur de la capital. El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, en su calidad de vicegobernador militar, emitió anoche un decreto para poner a Mubarak bajo arresto domiciliario «en el marco del estado de emergencia» que rige en el país a raíz de la última ola de violencia.
La corte ordenó la libertad de Mubarak al aceptar un recurso en la causa por la que estaba acusado de obtener anualmente regalos valorados en millones de libras egipcias de manos del conglomerado de instituciones periodísticas estatales Al Ahram.
La agencia oficial egipcia Mena informó de que el abogado de Mubarak, Farid el Dib, pidió su libertad provisional, mientras que el jefe de la fiscalía de fondos públicos, Mohamed al Berlisi, había reclamado que se confirmase la prisión preventiva.
Nuevo juicio este mismo domingo
Mubarak hará frente, ahora desde el hospital, a un nuevo proceso a partir de este mismo domingo. En este caso por la muerte de manifestantes durante la revolución que lo derrocó en 2001. Mubarak afronta además, con sus dos hijos y el empresario fugado Husein Salem, cargos de enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos relacionados con la venta de gas a Israel.