El president de la Generalitat, Artur Mas, se ha dirigido esta tarde a la sociedad catalana con el tradicional mensaje institucional de la Diada, ocasión aprovechada por el president para ahuyentar los fantasmas de los últimos días y reivindicar que su compromiso «no solo es tan sólido como el de hace un año, sino que es claramente explícito: el pueblo de Catalunya debe ser consultado el año que viene sobre su futuro político».
Mas, que ha excusado su ausencia en la cadena humana de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) por su «papel institucional», ha añadido que su compromiso con el derecho a decidir «es tan firme que, como he dado a conocer estos días, estoy dispuesto a utilizar todos los instrumentos democráticos y legales en mis manos para facilitar que los ciudadanos de Catalunya puedan decidir su futuro como país».
Eso sí, en el discurso no ha faltado la dosis de ‘seny’ siempre presente, en esta ocasión dirigido a quienes más prisa tienen: «De la misma manera que mi compromiso es inequívoco, también lo es mi voluntad de que el proceso sea gestionado con sentido común, que hagamos bien las cosas. Porque solo haciendo muy bien las cosas podremos conseguir nuestros objetivos».
Unos objetivos que Mas concretó en «derecho a decidir, prosperidad, justicia social y calidad democrática», sin mencionar en ninguna ocasión la palabra independencia ni el eufemismo que acostumbra a utilizar: Estado propio.