Visiblemente emocionada, Carmen Maura ha recibido el Premio Donostia en una breve gala presentada por Edurne Ormazabal en el Palacio Kursaal. Álex de la Iglesia, director de ‘Las brujas de Zugarramurdi’, film en el que participa Maura, junto a los actores Hugo Silva y Mario Casas –muy aclamados durante su estancia en Donostia– han sido los encargados de entregar el premio.

De la Iglesia ha recalcado sobre Maura que es «fácil hablar sobre ella» y ha recalcado que es una mujer «lanzada, emocionante, no se cansa nunca, se crece en la adversidad, es capaz de volar si se lo pides. Es una actriz brillante y genial, emocionante, muy pasional y con una fuerza arrolladora», ha dicho el director bilbaino.

Carmen Maura ha recibido el premio entre una gran ovación por parte del público, ante el cual se ha mostrado agradecida y emocionada, al igual que a la organización del certamen, a quien ha agradecido el premio y sobre el que ha recordado sus primeras visitas a Donostia, al inicio de su carrera cinematográfica.

La actriz ha comparecido ante los medios de comunicación esta mañana en una rueda de prensa en la que ha reconocido que el cine «es lo más fácil» que ha hecho en su vida, aunque ha admitido que hace falta mucha suerte en ese mundo, y ella lo ha tenido. Ha dicho que la cámara «es algo medio sagrado» y que no le importa «salir hecha un cristo ante ella».

Maura ha realizado estas declaraciones antes de dar inicio a la rueda de prensa de ‘Las brujas de Zugarramurdi’. Ha reconocido estar «muy emocionada» por el galardón, aunque ha dicho que «no se le ha subido a la cabeza».

Ha reconocido que en el cine la suerte es primordial, y ha admitido que ella lo ha tenido. «Un ángel de la guarda que me busca mucho la suerte» pero «también es verdad valgo tanto para un roto que para un descosido», ha bromeado.

Ha afirmado que hacer cine «ha sido hacer cine», ya que en su vida personal, ha apuntado, su trayectoria ha sido más dura.