En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Erkoreka ha asegurado que «puesto que se constata» que, en la actualidad, el proyecto de la cooperativa «no es viable tal y como está», se trabaje para que «se pueda sacar provecho de lo que es aprovechable, de lo que todavía puede continuar en el mercado en términos y condiciones de viabilidad».

Ha recordado que esta «no es una decisión que pueda tomarla el Gobierno» porque, «sobre todo, corresponde a la empresa», si bien ha ofrecido el apoyo del Ejecutivo autónomo «para prestar asesoramiento y dar asistencia» a Fagor Electrodomésticos, que ayer solicitó preconcurso de acreedores, «en la medida en que ésta fuera necesaria».

Según ha puntualizado, en la trama empresarial existen «aspectos en los que el valor añadido es mayor, tanto en grupos de personas como en partes del proceso productivo».

«Esto es, sobre todo, lo que hay que salvar. Pero ésta es una decisión que no se puede tomar a priori, hay que hacerlo sobre la base del tejido empresarial, del análisis de las características que tiene la estructura de la empresa en cada uno de los territorios en los que está implantada, y corresponde a sus dirigentes», ha dicho.

Llamamiento proactivo

No obstante, en nombre del Gobierno de Lakua, ha realizado un «llamamiento proactivo y constructivo» porque, ante la situación de preconcurso, las opciones son dos: ir a la liquidación o a la reestructuración «ordenada», de forma que «se salve lo salvable» y trabaje «hasta la extenuación» para «mantener el mayor número de puestos de trabajo aquí».

«Y el Gobierno apuesta claramente por esta segunda vía. Rehuye y rechaza la liquidación del proyecto empresarial y por lo que hace votos es por trabajar conjuntamente con la empresa en hacer efectiva la parte viable, poniendo en valor lo que tiene de productividad y componente tecnológico y de alto valor añadido», ha insistido.

Por otra parte, la recolocación de los efectivos en otras empresas de la Corporación resulta, en su opinión, «una tarea difícil, a priori». Si bien ha apuntado que el grupo «está muy habituado» a reabsorber trabajadores de cooperativas del propio grupo que han concluido en la liquidación, por diferentes causas, ha considerado que «la dimensión de la empresa» dificulta «que se pueda llevar a cabo con éxito una operación de este tipo».

Límites legales

Erkoreka se ha referido a los «límites legales» que impedirían al Gobierno aportar una ayuda directa a la compañía, que son «los que derivan del marco de la competencia europeo». Según ha puntualizado, el Gobierno de Lakua no puede prestar ayuda directa a una empresa, «y menos a una empresa en crisis» porque ello «sería inmediatamente objeto de seguimiento por la UE».

«Nos podríamos encontrar con una resolución que nos obligara a devolver las ayudas y, por tanto, generaríamos una situación peor que la actual, incluso podría acabar resultado contraproducente una medida que de antemano se sabe que es ilegal», ha manifestado.

Aunque el Ejecutivo ha otorgado ayuda a la compañía a través de avales y otro tipo de créditos, «las ayudas directas, incompatibles con la UE son imposibles». «Pretender una intervención pública del Gobierno en el funcionamiento de una empresa con objeto de salvar su futuro pero con medidas claramente contrarias al derecho europeo de la competencia, es pan para hay y mucha hambre para mañana», ha argumentado.

En este sentido, ha asegurado que existen ejemplos, como el de los astilleros, que reflejan claramente «cómo se las gasta la unión Europea» en estos asuntos.

Erkoreka ha admitido que la crisis «está siendo larga, muy profunda y, territorialmente, muy amplia» y el Gobierno trabaja para que «las empresas sean más competitivas, operen más en el mercado y tengan un nivel tecnológico suficiente» les dé presencia en el mercado. «Otra cosa es que alguien pueda pretender que la crisis global vaya a resolverse a través de las actuaciones del Gobierno vasco, lo cual sería una quimera», ha señalado.