El presidente de la compañía, Sheldon Adelson, ha explicado que «tras meses de conversaciones a varios niveles con el Gobierno español» finalmente «no» ven «un camino con las condiciones necesarias para continuar adelante» con el proyecto.
«Hemos reiterado repetidas veces que nuestro progreso interno iba a marcar el desarrollo del proyecto en España. Este proceso ha sido increíblemente duro y pese a que el Gobierno y otros muchos han trabajado de manera diligente en este esfuerzo, no vemos un camino con las condiciones necesarias para seguir adelante y que pueda ser alcanzado el objetivo de este masivo desarrollo», ha aseverado Adelson.
El presidente de Las Vegas Sands y consejero delegado, Michael Leven, ha agradecido a las «muchas personas que han dedicado tiempo y energía en el intento de llevar este desarrollo a su cumplimiento».
«El Gobierno de España, específicamente el de la Comunidad de Madrid, ha perseguido de manera continuada esta oportunidad con el interés general del pueblo español en mente y ellos deben ser alabados por estos esfuerzos», ha aseverado.
Pero al respecto de la decisión, Leven ha aseverado que se debe a sus accionistas y que su papel «no es solo crear una visión para el futuro de la compañía». «Como presidente del Consejo y CEO, mi papel no es solo crear una visión para el futuro de esta compañía, sino hacerlo de una manera satisfactoria representando de la mejor manera los intereses de sus accionistas», ha dicho.
Adelson ha agregado que pese a que entrar en Europa ha sido una «visión» que ha tenido desde «hace años», hay «un tiempo y un lugar para cada cosa y ahora mismo» considera que su empresa tiene «que centrarse en las alentadoras perspectivas de los países asiáticos, como Japón y Corea».
En este sentido, dijo que la intención de Las Vegas Sands en esos países es la de ofrecer a su turismo «el desarrollo de resorts integrados» para conseguir «mejorarlo radicalmente».
Esta mañana había trascendido que el Gobierno español rechazaba las condiciones planteadas por Las Vegas Sands por lo que el macrocomplejo de juego, ocio y negocios no se construiría finalmente en la localidad madrileña de Alcorcón.
Fuentes conocedoras de la negociación señalaban que las condiciones exigidas por el magnate estadounidense «no eran asumibles» por parte del Ejecutivo y, entre otras, han citado un «blindaje» a la inversión realizada y una indemnización en caso de que en el futuro cambiaran las normativas que afectan al proyecto.