«El ministerio del Interior no tiene constancia de que el interno citado -Arnaldo Otegi- cursara o remitiera carta alguna a la formación política catalana CUP». Esta es la respuesta remitida por el Gobierno español a una pregunta formulada por escrito por el diputado de Amaiur Jon Iñarritu. En ella, este se interesaba por los motivos que provocaron que extractos de la misiva fuesen reproducidos por «El País» una semana después de de que un jefe de Servicios de la prisión de Logroño la interceptase en un vis a vis celebrado el 4 de octubre. En la correspondencia, el secretario general de Sortu, encarcelado en la prisión de Logroño, declinaba participar en la comisión de estudio del derecho a decidir constituida en el Parlament. Ahora, Interior dice desconocer su existencia pese a que la filtración solo pudo venir de Prisiones, puesto que la última persona en tener contacto con ella fue un funcionario de Instituciones Penitenciarias, que depende del departamento que dirige Jorge Fernández Díaz.
Supuesta investigación
Además Interior asegura que «siempre que aparecen en los medios de comunicación datos no autorizados» referidos a cualquier prisionero se realiza una evaluación de circunstancias y responsabilidades, para llevar a cabo «las medidas investigadoras correspondientes». Por estas se ha interesado Iñarritu, que ha formulado una nueva batería de preguntas.
No es la primera vez que comunicaciones dirigidas por Otegi o mantenidas en prisión han sido posteriormente filtradas a diversos medios españoles. También ocurrió, por ejemplo, cuando fue visitado por el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano y «Abc» hizo pública parte de la conversación. En aquella ocasión, ante una pregunta formulada por Iker Urbina, Madrid desvió la respuesta hacia «la Autoridad Judicial». Pese a las reiteradas preguntas (con la presentada ayer son ya cuatro las interrogaciones por escrito), el Gobierno sigue sin dar explicaciones sobre la razón de que las comunicaciones terminen en manos de la prensa.