La reforma de la actual ley del aborto que se basará en el anteproyecto aprobado ayer por el PP cuenta con el apoyo de las asociaciones antiabortistas. Una de ellas, la denominada ‘Derecho a vivir’, ha valorado como «un paso adelante positivo» el proyecto presentado por el Ministerio de Justicia español. Según su portavoz, Ignacio Arsuaga, la reforma «traslada el debate sobre la ley a sus justos términos» y añade que «el aborto deja de ser un derecho, y pasa a ser un delito».
A pesar de todo, Arsuaga ha exigido aún más restricciones. Ha tildado de «falso argumento» la referencia al peligro para la salud de la madre y afirma que podría ser «un nuevo coladero».
Aunque el proyecto aprobado por el PP supone un retroceso de tres décadas y se aleja de las legislaciones europeas, Arsuaga ha alertado del «riesgo de fraude», ha rechazado que se mantenga el supuesto del aborto en caso de violación y ha anunciado que seguirán movilizándose para conseguir «una mejora sustancial» del actual proyecto.