En una rueda de prensa en su localidad natal de Burlata a la que han asistido un centenar de personas, pertenecientes tanto a colectivos populares como a titulo individual, junto con concejales de Bildu y Nabai, han leído un escrito en el que han denunciado la «operación mediático-policial» desarrollada el pasado miércoles.
También han denunciado «la ocupación» por parte de la Guardia Civil y la Policía española de la vivienda y la calle donde reside el detenido y su familia, impidiendo el libre tránsito de los vecinos y ofreciendo una imagen «lo más parecida a una situación de Estado de excepción propio de dictaduras militares».
Todos ellos han asegurado coincidir con el detenido al señalarse, al igual que él, como mediadores entre EPPK «y el resto de la sociedad» y reclamar «una solución justa y definitiva a las consecuencias del conflicto político violento que durante décadas hemos padecido, y a día de hoy aún padecemos, para dejar atrás el sufrimiento y consolidar la paz para este pueblo».
Igualmente, han considerado «indispensable» un cambio de la política carcelaria, con la desaparición de todas las medidas de excepción y el fin de la dispersión «con la que castigan también a sus familiares y allegados».