«Cuando tu voluntad es la de proceder a tu desarme, resulta incomprensible que la voluntad de la otra parte sea la de intentar detenerte y ponerte fuera de juego, cuando eso va hacer que no procedas a dicho desarme», ha afirmado Arraiz en declaraciones a Radio Euskadi.
En su opinión, es «inverosímil y una paradoja tremenda» que una organización armada pretenda desarmarse y no haya ningún Gobierno de los implicados que «esté dispuesto a dar ningún tipo de garantía para que se haga de forma ordenada, controlada y acordada».
Arraiz ha indicado que es «muy difícil» que los integrantes de la CIV puedan seguir haciendo esta labor «en unas condiciones de organización ilegal y clandestina» sin «un cierto tipo de garantizas por parte de los Gobiernos español y francés», por lo que será necesario «agudizar la imaginación y ver que otras vías puede haber».
«Nuestra fuerza debe ser hacer la mayor presión posible desde Euskal Herria, desde las instituciones vascas y desde el ámbito internacional para que España y Francia cambien de actitud», ha indicado.
El «simplismo» del ministro de Interior
El presidente de Sortu ha tildado de «simplismo» que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, diga que ETA puede desarmarse indicando las coordenadas de sus depósitos. «Las cosas se tienen que hacer bien, porque si no se hacen bien, puede ser que el final sea más largo todavía y cueste más. Más importante que hacerlo rápido es hacerlo bien, y para eso hay que hacerlo con determinadas condiciones», ha remarcado.
Arraiz ha valorado positivamente la presencia del lehendakari Urkullu en Madrid para respaldar a los integrantes de la CIV y ha instado al Ejecutivo de Lakua a «tomar ese liderazgo», al tiempo que ha instado al PSE a sumarse a la búsqueda de soluciones.