La mayoría absoluta del PP ha bastado para echar a atrás las dos propuestas de resolución que pedían políticas activas para la pacificación presentadas por Amaiur y PNV. La primera de ellas, de la coalición abertzale, defendía «el inicio de conversaciones para tratar las consecuencias del conflicto», «afrontar de inmediato un cambio en la política penitenciaria», sumarse a las «iniciativas plurales» de reconocimiento y reconciliación, así como el compromiso con un diálogo entre los actores no violentos que se cierre con una consulta. En esta, PP y PSOE han sumado sus votos para tumbar la iniciativa.
Por el contrario, la formación que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba se ha abstenido en la resolución defendida por los jelkides, que emplazaba al Ejecutivo iniciar, «mediante el más amplio diálogo y en el marco de la legislación penitenciaria vigente, una nueva política penitenciaria», así como a implementar los «medios más efectivos» para garantizar el desarme que se exige a ETA.
Por el contrario, PP y PSOE sí se han aliado con UPyD para apoyar un texto que pide al Gobierno que plantee en el Tribunal Penal de la Haya la posibilidad de juzgar como «crímenes de lesa humanidad» los «delitos de terrorismo».
Las resoluciones sobre normalización política y pacificación no han sido las únicas rechazadas por el Congreso y que tienen relación con el conflicto vasco. La Cámara Baja también ha tumbado las propuestas del PNV para que se cumpla el Estatuto de Gernika y el Gobierno de Lakua asuma las competencias de prisiones. Tampoco ha sido avalado el texto que reclamaba una readecuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Bizkaia, Gipuzkoa y Araba y un progresivo repliegue.