Tres miradas al derecho a ser o no ser madre
El eje de las reivindicaciones de este 8 de Marzo ha sido el derecho al aborto, amenazado por el PP y la extrema derecha. En estas páginas, se funden tres puntos de vista, que provienen de la salud y la ley, de Ipar Euskal Herria y de Nafarroa. Además, adjuntamos un extracto del manifiesto firmado por más de 125 sociedades científicas.
El médico andrólogo Roberto Lertxundi, presidente de la Clínica Euskalduna de Bilbo, recibe a GARA en su lugar de trabajo, con ropa de cirujano. «20 minutos», avisa, aunque luego le consigamos robar algunos más. Nos deja con ganas de preguntarle más. Otras clínicas consultadas han puesto reticencias para abordar este tema; en cambio, el miembro del Board of Directors de la ESC (Sociedad Europea de Contracepcion), coautor en el Senado español de la Ley de Salud Sexual, Reproductiva e IVE de 2010, actualmente vigente, habla sin reparos. Empieza explicando que, en su opinión, las consecuencias del anteproyecto de ley del PP son de dos tipos. «Se da un paso atrás muy grande en los derechos personales, en el derecho a elegir libremente cuándo ser madre y cuándo no. La ley vigente permite el libre acceso a la interrupción del embarazo por decisión de las mujeres. En el tema del aborto, la decisión fundamental es la libertad de elección. Esto se consigue en el mundo a partir de una sentencia del Tribunal Supremo de EEUU de 1973».
En segundo lugar, en el plano práctico, considera que va a suponer la clandestinización del aborto. «Se hará en peores condiciones, económicamente de manera más gravosa para las mujeres, pero que no se engañe nadie -advierte- las leyes restrictivas no reducen el aborto». Sostiene que las leyes que más reducen el número de abortos son precisamente las más liberales y pone como ejemplo a Holanda y Alemania. En el otro lado, entre los países que tienen más abortos y también las leyes más restrictivas, están casi todos los países latinoamericanos y Polonia.
El médico asegura que «el aborto atraviesa todas las capas sociales, todas las ideologías políticas, todas las características religiosas». Y niega rotundamente que tenga que ver con la incultura y la pobreza. «La fotografía de las mujeres que abortan es exactamente la fotografía de la sociedad». Hay, por ejemplo, un 25% de universitarias.
«El aborto cero es imposible»
¿Por qué ocurre? «El país que tiene mejor anticoncepción del mundo es Holanda. Hace ya 40 años que tienen programas de educación sexual en las escuelas, acceso a métodos anticonceptivos con financiación pública, asesoría permanente, y tienen un 7 por mil de abortos, es decir, siempre hay circunstancias que no se pueden controlar». Ve que el aborto cero es imposible, porque fallan los métodos anticonceptivos, no se utilizan, hay circunstancias inesperadas... En la CAV, el dato es de 10,5 por mil mujeres en la edad fértil. Lertxundi consideraría un gran éxito bajar un punto o dos.
Normalmente, los centros públicos vienen a atender al 6%. Suelen ser los casos más delicados. El resto se hacen en centros privados concertados con la administración pública. «Es una prestación de la cartera de servicios del sistema de salud, igual que es una prestación atender un ataque de apendicitis», apunta el médico de Bilbo. En la sanidad pública se establecen las condiciones. Se homologan los centros, se acreditan...
Lertxundi considera la actual «una buena ley». Explica que establece las condiciones en que mejor se puede desarrollar la salud sexual, que tiene que ver con la educación, las estrategias de formación, el acceso a los métodos anticonceptivos, el cuidado a la maternidad... «El aborto sería simplemente la solución a situaciones conflictivas».
Hay una frase que dice Pilar Martínez Ten, experta en diagnóstico prenatal, sobre la reforma que plantea el PP: «Convierte a la mujer en un mero instrumento al servicio de la maternidad». Roberto Lertxundi ve que estamos ante una situación muy-muy compleja desde el punto de vista de los derechos. Cree que hay tiempo para darle la vuelta, si se mueve toda la sociedad.
La joven periodista Jenofa Berhokoirigoin, integrante de los grupos feministas Altxa Neskatxa y PAF, muestra una fotografía de Ipar Euskal Herria donde la ley que regula el aborto va en la dirección contraria de la reforma de Gallardón. Mientras que la presentación por parte del Consejo de Ministros de Madrid el pasado diciembre del «Anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada» supone un retroceso de 40 años, en el Estado francés se está ampliando cada año el derecho logrado en 1975.
La Ley Simone Veil, logrado gracias a asociaciones feministas como MLAC y MLF, se ha ido completando con la decisión de no exigir a las menores permiso de sus padres o de alargar el plazo a las 12 semanas. El año pasado establecieron que la seguridad social pagaría el 100% y este año han retirado el condicionante de la urgencia.
Hasta ahora tanto en Altxa Neskatxa como en PAF se ha trabajado poco este derecho, ya que consideraban que era algo ya logrado, aunque las generaciones anteriores de feministas les avisaran de que un día podía desaparecer y las jóvenes les respondieran que sí. Estaban tranquilas. Ese peligro era bastante lejano para ellas. Sin embargo, ahora hay cada vez mayor conciencia de que el aborto es un derecho conseguido pero siempre frágil, por lo que «hay que estar alerta». Ante la gran presión de los antiabortistas, intentan transmitir un mensaje feminista. Para la periodista de Gamarte, en la comarca de Garazi, ha sido extraño retomar la lucha en favor del derecho al aborto viajando casi 40 años atrás. «Mirando las imágenes en blanco y negro de la videoteca, he visto que ha cambiado todo excepto el mensaje. Es el mismo».
Otra idea que transmite la joven es que se percibe el aborto como «algo negativo, como un momento extremadamente duro». «Así lo plantea la sociedad y eso hay que cambiarlo», defiende. No dispone de datos de Ipar Euskal Herria, pero comenta que en el Estado francés el 40% de las mujeres ha abortado a lo largo de su vida. «No es una minoría y, a la vez, es un tema tabú, no aparece en el día a día», señala Berhokoirigoin. Entre la gente joven, al menos en su entorno, apenas hablan de estas experiencias.
Se puede abortar en los hospitales públicos de Baiona, con un ginecólogo en Biarritz o en una clínica privada de la capital labortana. En el interior no hay ninguna opción, por lo que una menor de Urepele, Larzabal o Banka lo tiene difícil, teniendo en cuenta el escaso transporte público. El camino al derecho es largo para muchas mujeres.
La técnica de Igualdad Tere Sáez, miembro de Andrea, Lunes Lilas, Comfin y Asamblea por el cambio en Navarra, expresa que «lo que hoy se está intentando para todo el Estado, en Navarra es la dura realidad que hemos estado viviendo», ya que no se ha cumplido ni la ley del 85. «Las mujeres no han podido ejercitar en ningún momento el aborto libre y gratuito en la seguridad social». Hasta hace tres años, cuando se abrió la Clínica de Antsoain, la única que realiza abortos en el herrialde, había que hacer la maleta y salir.
Por todo ello, desde el punto de vista de Sáez, el Gobierno navarro, no respetando ni siquiera los acuerdos parlamentarios, tiene «una deuda histórica con las mujeres». Afirma que, ahora, además, «están planteando que vuelva a ser delito».
La representante de Confin cree que, tal y como está planteada, no va a aplicarse la ley.
«Lo que tenemos hoy de bueno es que el tema está calado a nivel social y que lo hemos vivido en nuestros cuerpos, en nuestras vidas, la capacidad de decisión». Cuando se ha vivido eso, ve difícil ir para atrás.
Manifiesto de las sociedades científicas sobre la reforma
1. La actual Ley de salud sexual y reproductiva e IVE responde de manera adecuada a la realidad y necesidades de nuestro país, está socialmente aceptada, garantiza la decisión de las mujeres sobre su maternidad, y permite el acceso al aborto en condiciones de libertad, equidad y seguridad.
2. La disminución de la tasa de abortos en nuestro país no se conseguirá con leyes restrictivas sino mediante el desarrollo de la educación sexual y facilitando el acceso a la anticoncepción segura y eficaz como contempla la normativa.
3. Es innecesaria la modificación de la legislación actual por lo que exigimos se retire el anteproyecto de ley por inadecuado, injusto y peligroso para la salud y la vida de las mujeres.
Sociedad Española de Contracepción (SEC)
Respaldada por más de 125 sociedades de Europa y América