«Rusia, y las autoridades de la autonomía todavía no entienden en qué crisis se han metido», ha subrayado Yatseniuk, que ha dicho estar dispuesto a negociar con Moscú «pero no encañonados» por las armas rusas.
A su vez, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Andrei Deschitsa, ha pedido a Rusia «que no se meta en asuntos internos de Ucrania».
Ha respondido así a la exigencia de Moscú de castigar a los responsables de las recientes muertes en Járkov, en el este de Ucrania, donde dos personas murieron en disturbios provocados presuntamente por un grupo de ultranacionalistas.
Por otro lado, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania ha ratificado la movilización parcial en el país decretada por el presidente interino ucraniano, Alexandr Turchínov, para hacer frente a lo que consideran una agresión de Rusia.
La decisión del Legislativo ha sido aprobada con los voto de 275 de los 308 diputados asistentes a la sesión.
Según la actual Constitución ucraniana, los decretos presidenciales deben ser ratificados por la Rada.
El presidente interino ha argumentado la firma del decreto de movilización parcial con la «continuación de la agresión en la república autónoma de Crimea, que Rusia intenta disimular con una gran farsa llamada referéndum, que nunca será reconocida ni por Ucrania ni por el mundo civilizado».
Según la disposición presidencial, estarán afectos a la movilización los ciudadanos que voluntariamente hayan expresado su deseo de incorporarse a la Fuerzas Armadas.
La movilización, tras su ratificación por la Rada, se llevará a cabo durante 45 días.
El decreto, añade el documento presentado para su aprobación por los diputados, buscar crear condiciones para que las fuerzas armadas y los servicios de defensa civil pueda organizarse para «tiempo de guerra».