«Normalidad». Era la primera palabra que venía a la boca de los integrantes de la plataforma popular que organizó la consulta por la independencia a la hora de valorar la jornada de ayer en Etxarri Aranatz. «Satisfacción» era la segunda, al constatar que la convocatoria fue secundada ampliamente por los vecinos hasta el punto de que al mediodía se formó cola para depositar la papeleta con la pregunta «¿Quieres ser ciudadano o ciudadana de una Euskal Herria independiente?».

El alcalde de la localidad de Sakana, Joxi Bakaikoa, compartía estas sensaciones. Por un lado, agradeció a los impulsores de la consulta que, como vecino de Etxarri, le hubieran dado la oportunidad de poder expresarse en las urnas sobre cómo desea que sea el futuro de su pueblo. Votó a las 10.00 horas, como un vecino más. Junto a ello, no mostraba ninguna sorpresa por la participación. No en vano, recordó que decenas de vecinos llevan meses trabajando para hacer realidad la jornada de ayer. Un dato que confirma la implicación de los etxarriarras en la organización de la consulta es que durante todo el día trabajaron más de 200 voluntarios.

Esta cifra de voluntarios supone en torno al 10% del total de los vecinos que ayer tenían derecho a voto, todos los mayores de 16 años, poco más de 2.000.

La tasa de participación del 42,8% supera en algo más de un punto a la obtenida en Arenys de Munt, que supuso un punto de inflexión en Catalunya.

«Fiesta de la democracia» es otra de las expresiones que se suele emplear a la hora de definir una cita con las urnas. Generalmente, no deja de ser un lugar común, una frase hecha. Pero ayer en Etxarri se llenó de sentido. No solo porque además de la consulta los vecinos de esta localidad de Sakana pudieron disfrutar de un amplio programa de actividades, sino porque sentían que habían hecho algo importante y que merecía la pena celebrarlo.

Mientras los vecinos se acercaban al local de la calle Mayor en el que se colocó la urna, en el exterior se podían escuchar los sones de gaiteros, albokaris o txistularis, ver a los dantzaris de Etorkizuna Taldea o recuperar fuerzas en el auzate preparado por las sociedades Karrikestu y Udaberri o en la txosna que se instaló en la plaza.

Las herri kirolak también contribuyeron a animar el ambiente. Dos equipos, uno rojo y uno negro, compitieron en un peculiar pentathlón compuesto por aizkolaris, ciclistas, harrijasotzailes, belar froga (estas dos últimas femeninas) y una peculiar gizon proba en la que la tarea consistía en arrastrar dos coches. La competición estuvo muy ajustada. Finalmente se impusieron los rojos por un estrecho margen.

Los vecinos de Etxarri pudieron votar sobre la independencia de Euskal Herria pero también pudieron cantar en la plaza gracias a la iniciativa «Herriak kanta dezala», que dio paso a una concurrida comida popular en plena calle -había que aprovechar el tiempo primaveral que se vivió ayer- que estuvo amenizada por los bertsolaris Arkaitz Estiballes y Julio Soto.

Partidos de pelota, la actuación de Porrotx y la música de Gozategi sirvieron para mantener el espíritu festivo a lo largo de la tarde, a la espera de los resultados de la consulta, que se hicieron públicos ya entrada la noche.

La expectación mediática que provocó la jornada de ayer en Etxarri fue grande. Desde que Nati Jauregi, la primera vecina que ejerció su derecho a expresar su opinión, fotógrafos y cámaras de televisión pugnaban por tomar imágenes. Hasta 25 medios estaban acreditados.

Nada más salir del recinto en el que se instalaron las urnas, muchos vecinos tuvieron que hacer frente a las preguntas de las televisiones sobre sus impresiones sobre la consulta. Algunos conseguían esquivar el compromiso. Otros, en cambio, optaban por prepararse la respuesta. «Me he quedado muy a gusto con lo que les he dicho», confesaba una vecina.

El ambiente dominante era festivo, pero la organización también se caracterizó por la seriedad. Manu Gómez, portavoz de A13 Plataforma, la impulsora de la consulta, explicó que se había establecido un meticuloso protocolo para garantizar la limpieza del proceso. Para las 8.00 de la mañana se constituyeron las mesas y se precintaron las urnas. A las 13.00 y a las 17.00, se procedió a relevar a los responsables de las mesas. A las 20.00 se cerraron las urnas, comenzó el recuento y se dieron a conocer a los vecinos en la misma plaza.

La europarlamentaria letona Tatjana Zdanoka, integrante de la comisión de observadores internacionales que estuvo ayer presente en Etxarri, destacó que la consulta tuvo todos los elementos necesarios para considerar que se han respetado los mínimos necesarios. Añadió que lo se vivió ayer fue un ejercicio de libertad de expresión.

El europarlamentario de Aralar, Iñaki Irazabalbeitia, coincidió con Zdanoka y reclamó a la UE que garantice unos mínimos democráticos que permitan garantizar que se consulta a la ciudadanía. «No es de recibo que en Escocia puedan votar sobre la independencia y que el Estado español impide ese mismo derecho en Catalunya», indicó.

La representación catalana corrió a cargo de Anna Arqué y Josep Manel Ximenis, de la coordinadora por la consulta en Catalunya. El segundo es, además, exalcalde de Arenys de Munt, la primera localidad catalana que organizó una consulta sobre la independencia. Como ayer hizo Etxarri-Aranatz.

Valoración positiva de Udalbiltza