Josu Juaristi empleó sus últimas palabras en el mitin que ayer a la tarde ofreció en la Plaza Nueva de Bilbo como cierre de campaña para animar a la movilización de la izquierda soberanista en las urnas y así lograr representación en el Parlamento europeo «para frenar a quienes niegan los derechos que como personas y como pueblos nos corresponden». «Ni un solo voto de izquierda debe quedarse en casa», enfatizó el candidato, que remarcó que EH Bildu es el voto «que más duele a los políticos corruptos, a los mercaderes y a la patronal».

Pero la sorpresa de la jornada no se produjo en ningún mitin sino que llegó desde el interior de la cárcel de Logroño, donde Arnaldo Otegi envió un mensaje de apoyo al cabeza de lista de la coalición soberanista. «Quiero dar mi apoyo personal al candidato, a la persona, al militante Josu Juaristi. Y lo quiero hacer por su profundo conocimiento de la realidad europea, por su compromiso con la creación del Estado vasco y por sus profundas convicciones de izquierda», subrayó el preso político.

Ese modelo de transformación social y de soberanía fue el que reivindicó Juaristi en su intervención para garantizar «todos los derechos para todas personas». Para alcanzar ese camino, dijo que quieren estar «junto a todos los sectores golpeados por la crisis, con los trabajadores y trabajadoras en lucha, con las personas migrantes, con las mujeres que luchan para ser ciudadanas de plenos derechos, y con la juventud que lucha por su futuro».

El futuro europarlamentario subrayó que EH Bildu quiere efectuar ese camino hacia el cambio político y social «junto con la Euskal Herria rebelde y luchadora y, a su vez, quiere ser su altavoz en Europa».

No fue la única referencia a la activación de aquellos que apuestan por las ideas que abandera la izquierda transformadora. Antes, Hasier Arraiz había recordado que «la extrema derecha ha conseguido que la mayoría de los partidos convencionales adopten como propio gran parte de su filosofía». Puso como ejemplo al alcalde de Sestao, Josu Bergara, y la posición del PNV, a quien acusó de ampararle demostrando que «no tiene ningún escrúpulo para amparar actitudes racistas y xenófobas, con tal de conservar una alcaldía».

Con referencias a Gabriel Aresti y su espíritu renovador, acusó al «antiguo nacionalismo» de estar «caduco» y defendió que hay alternativa con el proyecto ilusionante construido por EH Bildu. «Queremos cambiar las cosas y aunque muchas veces no nos dejan hacer todo lo que quisiéramos, estamos cambiando muchas cosas. Y vamos a cambiar más, pero para ello -aclaró el parlamentario- os necesitamos a todas y a todos. Todos y todas somos necesarias para el cambio político y social en Euskal Herria».

La polémica por las declaraciones del alcalde de Sestao, Josu Bergara, aun sin mencionarse expresamente, sobrevoló el mitin con el que el PNV cerró la campaña ayer en un abarrotado pabellón de la Casilla. Minutos antes de que arrancara el acto, desde la grada se escucharon gritos de «Josu Bergara, herria zurekin» e «independentzia», que no gustaron a la organización a partes iguales.

Ni la candidata, Izaskun Bilbao, ni el lehendakari, Iñigo Urkullu, hicieron mención a esta cuestión en sus discursos, muy centrados en la «marca Euskadi» y el trabajo sin descanso mientras «Iturgaiz o Mayor Oreja sesteaban en su cementerio de elefantes». Lo hizo el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, para cerrar el mitin. «En estos últimos días de campaña han jugado muy sucio con nosotros», aseguró, antes de reconocer que ha existido «un error grave que no debía haberse producido» e «impropio de un partido abierto y plural como el PNV».

El problema es que «lo están retorciendo» para dañar a los jelkides, según agregó, porque «veían que estamos fuertes». Enfatizó Ortuzar que «lo tenían todo planeado», que se trata de «un complot» preparado a «conciencia» y apuntó que «impedir un PNV fuerte es una cuestión de Estado».

«Si alguien pretendía apagarnos nos ha encendido más», manifestó el líder jeltzale. Como Bilbao y Urkullu, Ortuzar subrayó que hay que votar, porque participar es «revelarse contra la crisis y la corrupción» y destacó el PNV como la referencia en política social, «la más progresista y solidaria en kilómetros a la redonda».

También cargó contra Bildu, porque, tal y como comentó, no «ha visto ninguna» bandera de Europa en sus actos. «Las únicas estrellas que he visto en sus banderas son las de Corea del Norte o las de Venezuela», dijo, para añadir que «Euskadi no representa ni la barricada ni el pasamontañas».

El secretario general del PSE, Patxi López, animó ayer en el Planetario de Iruñea ante 200 personas a conseguir mañana «parar a la derecha, recuperar la verdadera Europa, mostrar su desacuerdo con los viajes al pasado y los nacionalismos egoístas y empezar a enseñar a Mariano Rajoy la puerta de salida».

Tras exponer el «compromiso vital con la igualdad y la solidaridad» de cualquier simpatizante del PSOE, defendió la «libertad de todos», y abogó porque «nadie, ninguna ley, ninguna conferencia episcopal, ningún ministro Gallardón, decida cuándo una mujer tiene que ser madre».

Además, hizo un guiño al PSN para, sin citar expresamente la reciente frustrada moción de censura en Nafarroa por no haber sido apoyado el PSN desde Ferraz, al asegurar: «Sé que lo habéis pasado mal. Tenéis la solidaridad de los socialistas vascos en todo vuestro recorrido».

Por su parte, el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, agradeció de forma vehemente el expreso apoyo de López. «Yo sé dónde has estado cuando aquí hemos tenido dificultades: A nuestro lado», dijo.

Dedicó su alocución a intentar «movilizar» a los navarros «por el cambio» y para que apoyen «alternativas políticas» para gestionar lo que el candidato del PP, Miguel Arias Cañete, considera que es «la locomotora de Europa», cuando en realidad el Estado español es «más bien el tren chu-chú' con la bruja dándoles a los más desfavorecidos».

En el cierre de la campaña en el Museo Marítimo de Bilbo, Carlos Iturgaiz pidió el voto para «frenar a esos nacionalismos que quieren destruir nuestra nación, España, y quieren sacarnos a los vascos de Europa».

En un tono arrogante, el candidato del PP recordó que «algunos, cuando comenzó está campaña, decían o Izaskun Bilbao o Iturgaiz» y, «luego, cuando hicimos el debate, que les arrasamos, decían o el modelo de Bildu o el modelo del PP de Iturgaiz», de forma que «todos han centrado la campaña contra el PP», porque «nosotros hemos ganado en esta campaña».