Tras el anuncio realizado ayer por el jefe de Estado en relación a la abdicación de Juan Carlos de Borbón, el Consejo de Ministros, presidido por Mariano Rajoy, se ha reunido para elaborar la norma, que todavía no se ha hecho pública. Antes de hacer pública su postura, Aitor Esteban ha recordado que la Constitución española «no fue refrendada por la mayoría de vascos. Y la monarquía fue parte de ese paquete que no fue negociado por nosotros». En ese sentido, ha reiterado que la posición del PNV hacia la Carta Magna española sigue siendo de «abstención», considerando que «la falta de integración es más que evidente».

«La ley que se va a someter a votación es muy técnica y escueta, se limita a aceptar la abdicación. En sentido estricto, un voto en contra sería no admitir que abdicase y pedir que siguiese en el cargo», ha considerado. No obstante, ha reconocido que «en el debate se va a hablar de muchas cosas». «Nuestro partido, en esencia, es republicano. Tampoco hemos sido opuestos directamente a monarquía si tiene un sentido. Esa utilidad no existe», ha considerado.
Según Esteban, el futuro jefe de Estado, «debe utilizar su funcion de arbitraje y moderación para encaminar un modelo de Estado más correcto. Desde el primer segundo. Solo así tendrá sentido monarquía». Además, ha considerado que la operación de recambio de Juan Carlos por su hijo Felipe «no estará unida a un plan más amplio de reforma del Estado o de regeneración». «Le toca modernizar la institución y hacerla más práctica. Lo que es esencial es buscar un camino que de respuesta a las aspiraciones de las naciones en el Estado español. Si empieza hablando de la gran nación española vamos mal», ha remarcado.

El diputado del PNV también se ha mostrado a favor de un referéndum, reiterando que la formación jelkide también defiende la consulta tanto para Euskal Herria como para Catalunya, donde está prevista una cita con las urnas para el 9 de noviembre.

Finalmente, Esteban ha señalado que ya ha visto el proyecto de ley orgánica. No obstante, no ha dado detalles sobre la fórmula que podría utilizar el Gobierno español para blindar la figura del jefe de Estado.