La de ayer no era la primera vez que miles de personas recorrían las calles de la capital labortana para exigir a los gobiernos español y francés -especialmente a este último- que entre de una vez en el carril de la resolución del conflicto. No por ello, sin embargo, la movilización fue menos impresionante.
La imagen de partida de las tres hileras de familiares y amigos de presas y presos políticos que portando sus fotografías precedían a la pancarta, y la de su entrada en la explanada de Chao donde finalizó la manifestación, ofrecieron por sí mismas una estampa impresionante.
Entre las dos imágenes, una multitud de 5.500 personas que no solo les arropaban sino que instaban directamente a París a que escuche la voluntad que está siendo expresada cada vez con más ahinco desde hace tres años. Así lo remarcaron también el cantante Peio Ospital y la miembro de Bake Bidea Isabelle Pargade, que se encargaron de leer el mensaje en euskara y francés al acabar la marcha. «Esta movilización progresiva es la muestra de un movimiento que nada ni nadie podrá cesar y que solo la resolución definitiva del conflicto que afecta a Euskal Herria podrá satisfacer».
Presos y exiliados
Tras manifestar su solidaridad «al conjunto del Colectivo de Presos Políticos y del de los Exiliados» a los que reconocieron su determinación como agentes activos del proceso de paz, los dos portavoces se felicitaron por «la adhesión plural y masiva» que han recabado las reivindicaciones de la movilización. Subrayaron, así, que electos de todas las tendencias políticas y de todos los niveles institucionales, desde parlamentarios hasta consejeros regionales y departamentales y alcaldes y concejales, se habían unido a la reclamación de respeto a los derechos humanos, a la resolución y a la paz, como rezaba el lema de la marcha.
Dicha pluralidad era evidente ya que entre los participantes estuvieron presentes, entre otros, los alcaldes centristas de Baiona y Biarritz Jean-René Etchegaray y Michel Veunac, el socialista de Hendaia Kotte Ezenarro, las diputadas y senadora del mismo partido Colette Capdevielle, Sylviane Alaux y Frédérique Espagnac, el teniente alcalde de UMP Christian Millet-Bar- bé, el alcalde abertzale de Uztaritze Bruno Carrère, la consejera regional de Europe Ecologie, Alice Leiziagezahar, el coportavoz estatal de la NPA Nicolas Poutou, además de muchos otros representantes de partidos como Sortu (Amaia Izko, Xabi Larralde), AB (Peio Etxeberri-Aintxart), EA (Philippe Duluc, Maiorga Ramirez), Aralar (Patxi Zabaleta y Rebeka Ubera), de sindicatos (ELB, ELA, LAB, CGT, CFDT, Solidaires) así como de numerosos movimientos sociales y culturales.
En nombre de los organizadores y de los allí reunidos, Ospital y Pergade hicieron un «llamamiento solemne» a París a que se avenga a la «lógica de la resolución» para lo cual esperan que se respete la «integralidad de los derechos» de los presos, que se libere a los grave- mente enfermos, que se les aplique la libertad condicional. Respecto a los exiliados, le instaron a cesar la aplicación de euroórdenes y a facilitar la vuelta de los exiliados, expulsados y deportados por el Gobierno francés a terceros países.
Tiempo de paz
Recordaron que «hoy la voluntad de pasar página respecto a la violencia predomina en el seno de la sociedad por lo que -insistieron- ha venido el tiempo de construir entre todos esa Paz». En ese sentido, apelaron a todos los presentes a mantener el «esfuerzo de movilización y concienciación» y a ser los «actores directos de la historia en marcha».
Tras la marcha, la tarde-noche se alargó en la explanada que bordea el Errobi donde el grupo occitano Zebda ofreció un concierto, al que siguió el DJ ondarrutarra Elepunto.
Los vascos, como los corsos
«Nos podríamos preguntar por qué algunos detenidos corsos tienen derecho al regrupamiento familiar y no los vascos», manifestó Jean-Marie Delarue, primer controlador general de los lugares de privación de libertad del Estado francés, nombrado por Nicolas Sarkozy y que terminó ayer su trayectoria después de seis años de trabajo. Durante este tiempo ha visitado todas las cárceles del Estado.
GARA
Los electos vascos reafirman su implicación por la paz
La pluralidad fue una de las características más importantes de la manifestación celebrada ayer en Baiona. Representates de todos los colores políticos y sindicales se unieron para pedir a París y a Madrid pasos a favor del proceso de paz y en la situación de los presos vascos. Jean-René Etchegaray, alcalde centrista de Baiona, afirmó: «Aiete comenzó un círculo virtuoso en el proceso de paz, y a la declaración deben de seguirle los actos. Para que el proceso avance los presos deben de reagruparse y debe de haber un reconociemiento de las víctimas».
La diputada socialista Colette Capdevielle calificó la manifestación de «éxito» y subrayó que además de los parlamentarios de los diferentes partidos también se encontraban presentes «las fuerzas socio-económicas de la sociedad vasca». Declaró también que nos encontramos en un «momento clave» en el proceso de paz.
Michel Veunac alcalde de Biarritz afirmó que «el desafío es pasar la página de todos estos años de violencia e ir hacia la paz». El primer edil de la ciudad balnearia declaró que la cuestión del acercamiento de los presos es «muy importante» y estimó que «poco a poco la causa por la paz avanza».
Jean-Claude Iriart concejal abertzale de Baiona se refirió a la presencia de las diferentes sensibilidades políticas en la marcha y recalcó que se trata de la aportación que Ipar Euskal Herria hace al proceso de paz. «Es un mensaje a la totalidad de Euskal Herria y a París y Madrid» afirmó. También incidió en que a pesar de que tener ideologías diferentes los actores políticos «Están dispuestos a entenderse a favor de la paz».
Por otro lado, Michel Larralde secretario general de CFDT, uno de los sindicatos mayoritarios en Ipar Euskal Herria, reafirmó su intención de seguir luchando en favor del proceso con la esperanza de que «algún día la razón se impondrá» en el Gobierno francés. Idoia ERASO