Ni consulta ni permiso para manifestaciones de protesta ni enseñas republicanas en el trayecto. A falta del primer discurso de Felipe de Borbón, que tendrá lugar hoy y cuyo contenido está centrando buena parte de las especulaciones políticas, el veto constituye todo un símbolo para su primera jornada como monarca español, que pone fin a una «sucesión exprés» de 18 días. Ante los fastos reales, Madrid permanece blindado y la Policía vigilará cualquier muestra de desaprobación hacia la maniobra de renovación de un Estado en crisis. Ayer, el rey español de los últimos 39 años decía adiós en una breve ceremonia institucional sin pronunciar una sola palabra. Hoy, por el contrario, no estará en el Congreso, donde su hijo será proclamado monarca.
El cierre policial de la capital española viene acompañado por la ostentosa decoración de las calles mediante banderas rojigualdas, ubicadas a lo largo de todo el trayecto que Felipe de Borbón realizará después de ser proclamado. Incluso en la puerta del Sol, en el antiguo edificio que ubicó la dirección de la Seguridad del Estado franquista y ahora sede de la Comunidad de Madrid, se había instalado una inmensa fotografía del nuevo monarca y su mujer, Letizia Ortiz. Todo preparado para el «plato fuerte» del nombramiento. Todo listo para una aclamación que llega una vez que la abdicación de Juan Carlos de Borbón se había oficializado. Esta entró en vigor a medianoche, nada más ser publicada en el BOE. La ceremonia institucional, sin discursos, se limitó a la lectura del mensaje de despedida del ya antiguo monarca y la sanción de la ley de abdicación, aprobada por la mayoría de PP y PSOE en menos de dos semanas.
Acto desconvocado
El acto de ayer no estaba previsto para despedidas en la calle. Hoy, sin embargo, sí que se busca una exhibición de apoyo monárquico en una jornada que es festiva en Madrid. No obstante, y ante el creciente descrédito de la monarquía, el Estado no quiere arriesgarse a que la protesta llegue al «paseíllo» que realizarán el nuevo rey y Letizia Ortiz a través de las principales calles de la capital española. Por ese motivo se han prohibido todas las manifestaciones que se habían convocado durante esta jornada. La Coordinadora Republicana de Madrid, que llamaba a concentrarse a las 12.00 horas en la puerta del Sol interpuso un recurso contra el veto ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este, sin embargo, no prosperó. «Ha admitido al 100% las consideraciones de la Policía, que planteaba que la exhibición de símbolos republicanos podía constituir una alteración del orden público», señalaba ayer Ángeles Maestre, una de las portavoces de la coordinadora.
Ante el veto, la marcha fue desconvocada, según se anunció a través de un comunicado. No obstante, la plataforma llamó a la ciudadanía a «salir a la calle a lo largo del recorrido del cortejo real para exhibir pacíficamente la bandera republicana». Una simbología que también será perseguida por la Policía, según advertía ayer la agencia Europa Press citando fuentes del ministerio del Interior, que aseguraban haber obtenido un informe de la Abogacía del Estado que avalaba la medida. Pese a los vetos, diversos colectivos instaban a mostrar hoy el descuerdo ante el recambio en la jefatura de Estado a través del recorrido. Junto a ellos, más de 75.000 personas han participado en un referéndum que se ha alargado durante cuatro días y que ha tenido lugar tanto en Internet como en diversos municipios. Unas iniciativas que el paseíllo tratará de ignorar.
Amaiur rechaza involucrarse en «lavados de cara» y llama a participar en las marchas en Euskal Herria
Amaiur instó ayer al PNV y al resto de formaciones políticas a que «no se involucren en el nuevo lavado de cara» que supone la sucesión de Juan Carlos de Borbón por su hijo y rechace «cualquier tipo de pacto con la Corona española». En este sentido, defendió que es el momento de «remar el mismo sentido» y de alcanzar «acuerdos políticos de país» que garanticen al derecho a decidir.
La reflexión fue formulada por Jon Iñarritu y Onintza Enbeita, quienes explicaron las razones por las que no estarán presentes hoy en la ceremonia de proclamación de Felipe VI. Los representantes de la coalición abertzale explicaron que hoy concluye la «operación estética» iniciada el 9 de junio con el anuncio de la abdicación del jefe de Estado, y añadieron que se pretende, «como hace 40 años, vender la imagen» de que «todo cambia para que nada cambie». Por ello, Amaiur remarcó que no acudirá a los eventos de proclamación y coronación, ya que asistir sería legitimar la operación.
«Al igual hace 40 años, este proceso continuista viene marcado por la negación y la imposición del Estado español a nuestro pueblo», reivindicando el derecho a decidir. «Es hora de que decidan qué y cómo quien ser, con quién quieren compartir su propio sujeto político o de qué marco jurídico desean dotarse».
Para reivindicar el derecho a decidir y protestar contra el cambio de jefe de Estado, hoy están previstas movilizaciones en las cuatro capitales vascas a partir de las 20.00 horas. GARA