El pasado 16 de abril, una delegación del Grupo Internacional de Contacto (GIC) formada por Pierre Hazan y Ray Kendall acudió a la prisión francesa de Réau para entrevistarse con los interlocutores de EPPK Mikel Albisu y Marixol Iparragirre.
Kendall, exjefe de la Interpol, no pudo sin embargo acceder al encuentro tras el veto de la dirección del centro penitenciario, que le negó la entrada en el recinto.
Según ha informado EPPK a través de un comunicado, el colectivo explicó a Hazan su desarrollo histórico, su composición actual, así como las estrictas medidas que imponen a los presos políticos vascos en los estados francés y español. Asimismo, le hizo llegar las reflexiones realizadas por el colectivo en los últimos meses.
«El GIC pudo conocer de primera mano la lectura positiva y unitaria que realizamos sobre la situación política que está en marcha en Euskal Herria», dice el comunicado. «Conscientes de la fuerza del impulso popular», los interlocutores de EPPK también aprovecharon para criticar las actitudes que van en contra de esa dirección, como «el bloqueo y la persecución por parte de los estados contra el colectivo y el propio proceso».
El Grupo Internacional de Contacto, por su parte, y en la medida que ha estado presente en el proceso abierto en Euskal Herria, trasladó a EPPK su lectura sobre la situación.
EPPK también desgranó sus intenciones de cara al futuro. «Consciente del deseo de embarrar el proceso de resolución en las cárceles, seguiremos dando pasos para desbloquear la situación», afirma el colectivo en el comunicado. En ese sentido, señala que EPPK sigue inmerso en su iniciativa de terminar con la dispersión y acercar a los presos políticos a Euskal Herria y que solicitó al GIC que ayude en todo lo que le sea posible a este respecto.