En declaraciones a los medios en Bilbo, Erkoreka ha afirmado que «la sociedad vasca ni se mereció el trato cruel que le dio ETA hasta que ésta decidió el 20 de octubre del año 2011, en un gesto unilateral e incondicionado, el cese definitivo de la actividad violenta, ni se merece ahora, 33 meses después, el trato que está recibiendo por parte de una ETA que quiere condicionar definitivamente su final a sus conveniencias particulares y a sus intereses temporales».
A su juicio, los vascos no deben «nada a ETA» y no tienen por qué agradecerle el hecho de que desmantele sus arsenales, dado que «nunca debió de existir» y esos arsenales «nunca contaron con la comprensión de la sociedad vasca».
El portavoz del Ejecutivo ha destacado que «el Gobierno Vasco mantiene su disposición permanente a trabajar, como lo ha hecho hasta ahora, para hacer efectivo un fin ordenado, verificable, definitivo e irreversible de ETA», que «pueda dar pié a una sociedad vasca que conviva en libertad».
Erkoreka ha añadido que, como expresión de esa disposición, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu se ofrece también «a colaborar con quienes en el ámbito internacional vienen trabajando en la verificación del fin definitivo de ETA, con las miras puestas en acelerar ese proceso de conclusión».