Dos años después de imponerse por la mínima a Carme Chacón y con el partido en su peor crisis de las últimas décadas, el hasta ahora líder de Ferraz marcha tratando de revalorizar su gestión en los dos últimos años y expresando su apoyo a Pedro Sánchez, elegido por los militantes como nuevo máximo responsable.
«Sin cambiar el partido no despegamos, es imposible. Pero no basta y no es suficiente. Lo que toca es sustituir el liderazgo. Necesitamos un nuevo líder que siga profundizando en los cambios para que los españoles vuelvan a creer en nosotros», ha asegurado.
Rubalcaba se marcha pero reivindica las líneas políticas aprobadas durante su mandato. Sobre el programa, ha puesto en valor el proyecto debatido durante la conferencia política de noviembre de 2013. Hacia las reivindicaciones soberanistas, ha defendido la Declaración de Granada, donde el PSOE oficializó su propuesta federalista.
De este modo, y pese a asumir una crisis de liderazgo que le llevó a dimitir, Rubalcaba ha puesto en valor las estrategia y el rumbo que él mismo ha capitaneado durante los últimos dos años, aunque admite que la futura dirección podrá «modificar» el proyecto político aprobado hace menos de un año.
En realidad, la cita de este fin de semana se centra más en los nombres que en el programa y no tiene previstos grandes titulares. Será la nueva dirección, donde estará Patxi López como uno de los representantes vascos, quien aborde la tarea de renovar la formación después del batacazo electoral del 25 de mayo.
Catalunya y Euskal Herria
Catalunya ha estado en el centro del discurso de Rubalcaba. Nuevamente, el secretario general saliente ha reivindicado la vía federalista y el cambio en la Constitución española que cierre las puertas a una consulta. «No sé si la nuestra es la tercera vía pero es la única posible para garantizar la convivencia en nuestro pais», ha enfatizado, tratando de ubicarse como alternativa entre lo que califica como «inmovilismo» tanto de Madrid como de la mayoría catalana.
Sobre Euskal Herria, el otro frente soberanista abierto en el Estado, ha sido parco en palabras. De hecho, ha aprovechado la fase de agradecimientos, al final de su intervención, para argumentar que el fin de ETA «llegó con José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa y Patxi López en Lehendakaritza».
La credibilidad del PSOE y su posición como partido de gobierno también ha sido defendida por Rubalcaba. «Somos la izquierda que quiere gobernar, que no se conforma con protestar en la calle», ha señalado, en referencia, sin citarlas, a formaciones emergentes como Podemos.
Más que dirigir sus dardos hacia el PP, el todavía líder se ha centrado en reforzar la posicion de un partido desacreditado. Ha abogado por «proyecto, partido y principios» como «trípode» de su acción política y ha defendido este congreso como ejemplo de la voluntad de «cambio» de su formación.
Para conocer las líneas maestras de este «cambio» habrá que esperar a mañana, cuando Sánchez pronuncie su primer discurso como líder de Ferraz. Hasta entonces, queda una despedida que suena a reivindicación del espacio como única alternativa al PP. «Somos el partido que más ha hecho por la libertad y la igualdad», ha cerrado, con voz quebrada, Rubalcaba.
Antes que el dimisionario secretario general había hablado Susana Díaz, presidenta andaluza y considerada como jefa en la sombra del PSOE. Sobre Catalunya, más de lo mismo: cambio constitucional, federalismo y «una España que no se rompa». Acerca de la crisis del partido, reiteración de una idea: «no somos lo mismo» que el PP. Esta frase, reiterada hasta la saciedad, ha sido su principal mensaje. «Somos el PSOE, un partido de referencia de la izquierda en este país, fundamental en la democracia y la alternativa de izquierdas. No lo olvidéis», ha reivindicado.
Centrados en los cargos
El congreso extraordinario no prevé la aprobación de declaraciones o resoluciones, por lo que los debates, especialmente de pasillo, se centra en los cargos. Aquí, la clave está en cómo integrará Sánchez a los seguidores de los candidatos a los que derrotó el 13 de julio. Según agencias españolas, afines a Eduardo Madina como Manuel de la Rocha Vázquez, hijo del histórico miembro de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha, será secretario de Economía mientras que Meritxell Batet se encargará de Estudios y Programas. Ambos apoyaron a Madina y entran en la Ejecutiva de Sánchez.
No obstante, el diputado vasco no parece satisfecho y ha señalado, en declaraciones a ETB, no haber sido tenido en cuenta para los nombramientos. «Conmigo no ha hablado nadie», ha afirmado, poniendo en cuestión la idea de «integración» que se vende desde Ferraz. Él rechazó estar en la dirección pero sí que se mostró partidario de que miembros de su equipo se sumasen al equipo de Sánchez.
Falta por saber si esto también afecta a José Antonio Pérez Tapias, el otro candidato, que obtuvo el 15% de los avales y que todavía no ha desvelado si participará en la Ejecutiva. Hace dos años, Rubalcaba se impuso por un 51% a Carme Chacón. Un porcentaje muy similar al que sostiene la elección de Sánchez, que se impuso con el 49% de los sufragios de los militantes.
Los movimientos encaminados a definir la nueva Ejecutiva, que se hará pública mañana, se alargarán durante toda la tarde.