«Las hostilidades entre Israel y Hamas van camino de cumplir un mes y han causado un sufrimiento y daño imposible de medir», ha declarado Pillay a través de videoconferencia en una reunión informal de la Asamblea General para abordar la crisis en la franja.
Así, ha detallado que miles de viviendas han sido destrozadas y cientos de miles de palestinos han tenido que desplazarse en busca de refugio, pero además ha denunciado que hospitales, escuelas e incluso las instalaciones de la ONU no han quedado al margen del conflicto.
La alta comisionada ha asegurado que es un «terrible fracaso» no actuar para impedir otra crisis «devastadora» en Gaza que, según ha recordado, ha superado ya «en víctimas y en duración» a la que tuvo lugar durante las operaciones israelíes de 2008 y 2009.
«Todavía no se ha hecho realidad la necesidad de investigar y de rendir cuentas tanto en esas crisis como en la de 2012», ha indicado Pillay, quien ha insistido en la necesidad de encontrar una solución «duradera» a este conflicto.
La responsable de Naciones Unidas ha recordado sus condenas contra el lanzamiento de cohetes contra Israel desde la franja, pero ha subrayado que «las acciones de una de las partes no eximen a la otra de cumplir con sus obligaciones» de hacer una distinción entre la población civil y los combatientes.
«Cualquier ataque en violación de esos principios del derecho internacional humanitario a civiles, viviendas, escuelas y hospitales debe ser condenado y pueden constituir crímenes de guerra», ha remarcado.