Los presos Zuhaitz Errasti (Aretxabaleta), Asier Ezeiza (Hernani) y Ekaitz Sirvent (Zarautz), llevaban varios meses «en tránsito» a la espera de ser trasladados a la cárcel de Tarascón, en el suroeste francés, a 750 kilómetros de Euskal Herria.
Los tres llevaban varios meses «de paso» en Marsella –Ezeiza desde mayo, Errasti desde junio y Sirvent desde en julio–, un centro que según Etxerat es el «agujero negro» del sistema penitenciario francés, con muy malas condiciones de vida y alimentación.
Para terminar con esta situación, los tres presos emprendieron hace unas semanas una serie de protestas para forzar su salida de esta prisión, lo que finalmente han conseguido.
Kepa Arkauz, aislado en Villepinte
Por otra parte, Kepa Arkauz, preso de Arrasate que permanece solo desde hace tres meses en Villepinte (afueras de París), ha decidido entrar en mitard o celda de castigo hasta que sea trasladado a otra cárcel o hasta que otro compañero sea trasladado a la esta prisión. El propio Arkauz explica su situación en una carta publicada por Etxerat.