Las FARC señalan que la mayoría de los acuerdos alcanzados «no son otra cosa que reivindicaciones cuyas soluciones se pueden materializar cumpliendo las normas legales y constitucionales». «Un Estado con verdadera voluntad de paz no tendría que hacer mucho esfuerzo para hacer realidad este tipo de reivindicaciones», ha apostillado.
A través de un comunicado, el grupo negociador de las FARC critica que el Ejecutivo no logre reflejar en la realidad lo que promete para el futuro en la mesa de negociaciones. «No ocurre en los actos del Gobierno ni tampoco en la actividad legislativa neoliberal, que contradice lo que se está aprobando en La Habana», añade el texto.
En concreto, se han referido al jefe negociador de Gobierno Nacional, Humberto De la Calle, quien –según los portavoces de la guerrilla– se ha referido a los acuerdos parciales difundidos el pasado miércoles «dándole a veces su propia interpretación». Así, las FARC insisten en que «lo que se ha acordado está en el camino de expandir la democracia», pero dicen que «esta democracia primero hay que fundarla».
«Inútil secretismo»
Por otra parte, las FARC se han referido a la decisión –tomada por ambos grupos negociadores– de difundir los acuerdos parciales logrados hasta el momento en La Habana. «Ha caído el inútil secretismo», celebran en este comunicado, en el que defienden que ahora «el fuego de los enemigos de la paz ya no tendrá el combustible de la ignorancia que lo avivaba».
La guerrilla afirma que «los colombianos podrán ahora interactuar con la mesa sobre el contenido y los alcances de lo acordado». «Hemos logrado que este diálogo se desarrollara de cara al país y no podría ser de otra manera porque en La Habana se está forjando el futuro de dignidad de todos los colombianos», asevera.
Respecto a la cuestión del armisticio, las FARC consideran que «para dinamizar el avance del proceso de paz es urgente concretar ya el cese bilateral de fuegos y hostilidades, que de manera creciente está exigiendo la ciudadanía». En este punto, insisten en que «la dejación de las armas debe entenderse como el acto de renuncia de ambos lados a la utilización de las armas como forma de hacer política».
Sin embargo, el presidente Santos ya ha advertido de que el alto el fuego no será en ningún caso bilateral y que el Ejército se mantendrá activo en la lucha contra la guerrilla hasta que entreguen las armas y se firme la paz.