Fraisse, de 21 años de edad, murió este fin de semana en los enfrentamientos entre agentes y manifestantes ecologistas que querían impedir la construcción de una presa en los humedales de Testet, en Occitania.
Durante la presentación de las conclusiones sobre lo sucedido, el fiscal general del Estado francés afirmaba este martes que el manifestante falleció víctima de una granada ofensiva, un artefacto explosivo empleado en ocasiones por la Policía para dispersar a manifestantes.
«No tengo ninguna intención de renunciar cuando estoy cumpliendo mi deber con el estado y la república», ha afirmado Cazeneuve, en declaraciones a la cadena de radio Europe 1. El ministro ha asegurado que tiene el «deber moral» de determinar cómo sucedieron los hechos y ha dicho que «si algún policía actuó mal, será sancionado».
Los líderes del Partido Verde han criticado al Ejecutivo de François Hollande por no denunciar la muerte de Fraisse. Cazeneuve anunciaba el martes que el uso de granadas ofensivas queda suspendido hasta que concluya la investigación.