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La Fiscalía mexicana concluye que los 43 estudiantes de Iguala fueron ejecutados

La fiscalía general mexicana ha confirmado que los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de setiembre en el estado sureño de Guerrero fueron ejecutados por miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, según el testimonio de tres nuevos detenidos que se declaran autores confesos del crimen.

El fiscal Murillo ofrece detalles de lo sucedido en una comparecencia. (Omar TORRES/AFP)
El fiscal Murillo ofrece detalles de lo sucedido en una comparecencia. (Omar TORRES/AFP)

El fiscal general, Jesús Murillo Karam, ha realizado el anuncio en una conferencia de prensa en la que ha anunciado la detención de Patricio Reyes, Jhonatan Osorio y Agustín García, quienes han reconocido, según el fiscal, haber ejecutado a los jóvenes y quemado sus cuerpos.

«No tengo ninguna duda de que allí hubo un homicidio masivo, ¿qué tengo que hacer ante esa certeza? Identificarlos», ha señalado el fiscal mexicano al presentar una reconstrucción de los hechos que incluía un vídeo con imágenes del lugar donde fueron arrojados los cuerpos.

Murillo ha aclarado que en ese espacio, un vertedero del municipio de Cocula, vecino de Iguala, «los quemaron con todo y ropa y los enterraron con todo y ropa», después de «ser detenidos por policías corruptos, entregados al crimen organizado y ejecutados por unos sicarios».

Ha detallado que antes de ser incinerados «algunos estaban muertos o inconscientes».

Pese a ofrecer estos detalles, el fiscal general ha aclarado que la investigación sigue abierta y se seguirá considerando a los jóvenes como «desaparecidos» hasta que los restos que se han encontrado sean identificados por un laboratorio especializado de Austria.

Los detenidos, ha puntualizado Murillo, confesaron haber trasladado a los estudiantes al fondo del vertedero y haberles prendido fuego.

Vigilaron la fogata durante más de 14 horas y cuando se apagó la hoguera y se enfrió, metieron los restos de ceniza y huesos en ocho bolsas de basura y los tiraron a un río cercano.

Casi todas las bolsas se rompieron pero hubo dos que se echaron al río intactas y, tras una búsqueda en el río, se encontró una de ellas cerrada y llena de los restos que van a ser analizados.