'¿Quiere que Catalunya sea un Estado?'. '¿Quiere que este Estado sea independiente?'. Son las dos formulaciones que plantea la consulta en Catalunya, dentro de una jornada que ya se prevé histórica.
Desde primeras horas de la mañana los voluntarios trabajan a destajo para que todo salga como está previsto. Según informa nuestro corresponsal en Barcelona, Beñat Zaldua, algunas puertas han amanecido selladas con silicona, aunque no han sido demasiadas. Tampoco se ha registrado ninguna identificación, de momento.
La ilusión es palpable hoy en Catalunya. Y se notaba desde primera hora de la mañana. Incluso antes de que se abrieran los centros de votación la gente ya formaba largas colas.
Desde las formaciones políticas y los movimientos sociales, el llamamiento se repite: que los ciudadanos acudan a votar de forma masiva y ejerzan su derecho a ser dueños de su futuro. Cerca de 5,4 millones de catalanes tienen derecho a hacerlo.
En total, el dispositivo cuenta con 1.317 puntos de votación que suman 6.695 mesas: hay puntos en todos los municipios catalanes –en total hay 947– salvo en seis.
A diferencia de las elecciones y los referéndums –donde se utiliza el censo electoral–, en este caso cada participante acudirá al punto de votación que le corresponde según la dirección y el municipio que figure en su documento de identidad.