Lehendakaritza sorprendió el domingo respondiendo casi de inmediato a la nota de la Comisión Internacional de Verificación con una propuesta oficial de desarme dirigida únicamente a ETA y que cuestiona de hecho la utilidad del trabajo que está realizando la CIV. Según informo ayer Radio Euskadi, la decisión de hacer pública esa propuesta el mismo domingo, tras la nota de la CIV, fue tomada por el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, en persona.
El efecto conseguido por el movimiento del Gobierno de Lakua, secundado a renglón seguido por el EBB del PNV, fue que la verificación de que ETA «continúa el proceso de sellado y puesta fuera de uso operativo de sus armas, munición y explosivos» pasara de inmediato a un segundo plano en muchos medios de comunicación, que optaron, de acuerdo a sus intereses, por dar relevancia a una propuesta que centra todo su foco de atención, culpa y exigencia en ETA, sin ningún reproche al Ejecutivo español que preside Mariano Rajoy.
La actuación de Lehendakaritza también fue inusual desde un punto de vista comunicativo y rompió con las formas de actuar anteriores. Todos los planes en materia de Paz y Convivencia han sido presentados en actos públicos y con convocatoria a los medios. Así se ha hecho con propuestas de menos trascendencia que la última, trasmitida por correo electrónico.
Gestionada en solitario
La «Propuesta de procedimiento para un desarme rápido, viable y efectivo, basado en un gesto unilateral de ETA ante la sociedad vasca, y con cobertura social, internacional e institucional» hecha pública el domingo ha sido elaborada en solitario por el Gobierno de Lakua. Como informó ayer GARA, previamente no se ha dado a conocer su contenido ni a grupos que se ven involucrados en su desarrollo, como el Foro Social. Tampoco parece haberse hecho el necesario trabajo de cocina ni ante ETA ni ante el Gobierno español.
En sendas entrevistas ofrecidas en la mañana de ayer a Onda Vasca y la Cadena Ser, el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, reconoció que no ha habido una comunicación directa del contenido ni a los hipotéticos integrantes del Comité para el Desarme. «Este escenario e hipótesis se ha puesto encima de la mesa más de una vez -comentó Fernández-, por lo que como escenario es conocido por todos. Lo hemos hecho público porque creíamos que era el momento de remover la cuestión, sabiendo que un desarme tiene dificultades técnicas pero fundamentalmente necesita voluntad».
Jonan Fernández explicó también que el «intermediario oficial» con ETA es la CIV, con quien Lakua tiene «buena relación y conoce la propuesta», por lo que «suponemos que la habrá hecho llegar a ETA».
Esta declaración es contradictoria con las informaciones de Radio Euskadi que, aludiendo a «fuentes de Lehendakaritza», daban cuenta de que se llevaba apenas un mes manejando distintos borradores sobre los que se tomó una decisión muy recientemente. Según esto, no es posible que la CIV tuviera la propuesta y que se la haya hecho llegar a ETA.
Lokarri no lo conocía
En conversación con este diario, el coordinador de Lokarri, Paul Ríos, confirmó que no conoció la propuesta hasta hacerse pública, aunque la «vía vasca» era comentada por Urkullu desde antes de ser lehendakari.
Lokarri, según informó Europa Press, ve positivo que el desarme siga adelante, tiene «mucha confianza» en la CIV y cree que el plan de Lakua puede ser «un punto de partida para un consenso más amplio».
EH Bildu celebra que el desarme avance y califica de inoportuno a Urkullu
EH Bildu hizo ayer una valoración positiva del anuncio de la Comisión Internacional de Verificación que confirma que ETA está llevando a cabo el proceso que anunció para inventariar, sellar y poner fuera de uso sus armas. Por contra, fue sumamente crítica con la propuesta realizada el mismo domingo por Lehendakaritza, al entender que, además de carecer de «virtualidad y sentido», en lugar de ser exigente con el Gobierno español, que es el que está obstaculizando el desarme, pretende poner todo el foco y «meter presión» a la parte que está dando pasos. Además, la coalición independentista entiende que el planteamiento de Iñigo Urkullu intenta invalidar el trabajo de la CIV.
Julen Arzuaga, Juanjo Arrizabalaga, Marian Beitialarrangoitia y Dani Maeztu destacaron la importancia y la necesidad de la tarea que está desarrollando ETA, puesto que «como la propia Comisión Internacional de Verificación ha manifestado, el proceso de inventariado y sellado también ha sido un paso previo para el desarme total en otros procesos».
Frente a una ETA con voluntad de llevar adelante el desarme, incluso de forma unilateral, EH Bildu observa que los gobiernos español y francés no solo se niegan a participar en el proceso, sino que sus responsables policiales han advertido que tienen como objetivo a quienes participen en las tareas de sellado.
Y en un contexto en el que es evidente que «Madrid no quiere el desarme y es un obstáculo», EH Bildu critica que Lakua y el PNV, en lugar de hacer frente al Gobierno español, «han preferido atacar al agente que ha puesto en marcha el proceso de desarme e intentar invalidar el trabajo de la Comisión Internacional de Verificación, así como meter presión al que está dando pasos».
En opinión de EH Bildu, el Gobierno de Lakua debería «impulsar y respaldar» a la CIV, denunciar el papel que está jugando el Gobierno español como «enemigo de la paz», emplazar al PP y presionar políticamente al Ejecutivo de Rajoy «para que se implique en un desarme ordenado», y promover acuerdos políticos y ciudadanos que empujaran en ese sentido. Pero, para la formación soberanista, el Gobierno de Lakua se está dejando llevar por intereses «miserables y partidistas» y pretende ocultar con un plan a la semana su falta de voluntad para «confrontar con Madrid».
EH Bildu sostiene que con esta propuesta, que «no tiene ninguna virtualidad y carece de sentido», Urkullu ha perdido «por completo su credibilidad».
Sortu hizo una valoración similar, aunque criticó con más dureza el papel de la Secretaría de Paz y Convivencia que dirige Jonan Fernández como herramienta al servicio propagandístico del PNV, que, considera, ejerce más como «entorpecedor» que como «facilitador». I.I.
Solo el PNV apoya su propia propuesta
Si como dice en su propuesta, Lehendakaritza quiere solicitar el apoyo del Parlamento de Gasteiz para la constitución del Comité para el Desarme, tiene por delante mucho trabajo, puesto que ningún otro grupo ha acogido su plan con un mínimo de aceptación.
El portavoz del PSE en la Cámara autonómica, José Antonio Pastor, pidió al Gobierno de Urkullu que «deje de enredar», ya que su propuesta para el desarme de ETA «no ayuda en nada» a la disolución de la organización y le «hace el juego». Pastor criticó el «afán» por obtener «fotos y protagonismo» del lehendakari y del secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández.
La secretaria general del PP de la CAV, Nerea Llanos, dijo que, durante «mucho tiempo», el PNV «se ha opuesto a las medidas eficaces» que, como la Ley de Partidos, han conseguido que «ETA esté prácticamente finiquitada» y, sin embargo, ahora «quiere colgarse una medalla, aparecer en la foto finish del final de ETA». Llanos acusó a la formación jeltzale de «arrogarse un protagonismo que no debería tener en absoluto».
El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, calificó de «patochada» la propuesta hecha pública por el Gobierno de Urkullu el domingo.
Así las cosas, el lehendakari solo cuenta con el respaldo de su partido, que la misma tarde del domingo salió a la palestra con un inusual comunicado de apoyo. Ayer por la mañana, Joseba Egibar señaló que es conocida la posición del Gobierno español y calificó de «insuficiente» la «puesta en escena por parte de los verificadores» y, por ello, defendió que, «transcurrido un tiempo más que razonable», Lakua «y el PNV han tratado de promover sobre bases ciertas un desarme rápido que se pudiera verificar». GARA