J.C.

El clan de Alliot-Marie inventa el «voluntariado-bussiness»

El semanario francés «Le Canard enchainé» publicó el 30 de diciembre un artículo -que GARA ha traducido- en el que se hace eco de las vicisitudes de la exalcaldesa de Donibane Lohizune y eurodiputada Michèle Alliot-Marie, en la gestión de asociaciones de las que forma parte. Dirigida por la exministra y su clan, la Fundación del Voluntariado hace negocios con sociedades comerciales controladas por la familia. La Justicia se interesa por este revoltijo de entidades.

Cercada por los jueces y abandonada por los patrocinadores, ¿estaría a punto de hundirse la Fundación del Voluntariado, creada y dirigida por Michèle Alliot-Marie? Esta asociación declarada de utilidad pública tiene por vocación «reconocer, proteger y promover a las personas voluntarias». Loable ambición. Sin embargo, algunos de sus dirigentes parecen tener un concepto muy personal sobre el voluntariado.

En el ojo de la Justicia desde 2013 tras la apertura de una investigación por abuso de confianza por parte de la Fiscalía de Asuntos Financieros de Nanterre, Michèle Alliot-Marie (MAM), y sus allegados son sospechosos de haber explotado un poco demasiado el filón del voluntariado. Desde el 15 de diciembre, el Ministerio de Interior está estudiando la posibilidad de retirar a esta fundación el apreciado certificado de utilidad pública que posee desde hace veinte años y que permite a los donantes beneficiarse de una reducción de impuestos. Esto equivaldría a una condena a muerte.

Primero los amiguetes

Cuando se constituyó la estructura de la fundación, en 1994, MAM -a la sazón ministra de Juventud y Deportes- desbloqueó cinco millones de francos. La protegida de Jacques Chirac se apresuró a colocar a su guardia más cercana e incluyó en el consejo de administración, que ella misma presidía, a su padre, Bernard Marie, antiguo diputado y alcalde de Biarritz, y a Henri Proglio, uno de sus amigos íntimos. Su cuñado, Jean-Pierre Olive, fue ubicado en el muy estratégico puesto de tesorero de la asociación de los Amigos de la Fundación.

Creada en 2007 por Bernard Marie para absorber subvenciones, esta asociación satélite es ahora el centro de las sospechas. Concretamente, se investiga la organización continuada de estancias para estudios y reflexiones en el sur de Francia. El clan Marie había encontrado el sitio ideal para ello: el hotel Villa Chantaco, en San Juan de Luz, cuyo propietario no es otro que... Bernard Marie, administrador de la fundación.

Desde 2008, este establecimiento de lujo abre sus puertas a la fundación, que organiza allí seminarios. En el menú, conferencias con encabezamientos ambiguos que reúnen a electos de la UMP de las cercanías y a algunos mecenas, copiosas comidas y las consecuentes facturas.

Champagne para todos

Como ejemplo de ello, la estancia temática sobre «el lugar de los voluntarios ayudantes en la lucha contra las consecuencias del envejecimiento, de la soledad y de la dependencia», organizada del 19 al 21 de setiembre de 2012. Para el estudio de esta grave cuestión, la fundación tuvo que desembolsar más de 11.000 euros, de los cuales 700 euros se abonaron en calidad de «forfait de vino» y otros 9.300 euros en concepto de «forfait residencial».

Menos mal que el Champagne iba a cuenta de la casa. El cheque firmado por Bernard Marie, presidente de los Amigos de la Fundación, fue ingresado por... Bernard Marie, propietario del hotel Villa Chantaco. Una muestra de que el voluntariado no es solo una especie de sacerdocio.

Este funcionamiento circular del dinero de la fundación no provoca preocupación alguna a Florimond Olive, sobrino y portavoz de MAM. «Desde un punto de vista puramente económico, si es más barato, no me choca», subraya el joven. Y es que hace falta algo más para sorprenderle. En noviembre 2013, a la cabeza de una sociedad de asesores, Florimond Olive presentó a la fundación un presupuesto de 50.663 euros para la «transformación de la página Facebook», la «creación de un portal internet» y la búsqueda de «lemas». Alarmados por el monto de la factura y la proximidad familiar, los otros miembros de la fundación decidieron apartar al pretendiente.

El cocido familiar podía haber seguido sin demasiados problemas si la Justicia no hubiera metido sus narices en la cocina de la fundación. Después de los registros del 18 de marzo de 2014 realizados por la brigada financiera en el domicilio de la antigua ministra y en los locales de la asociación, numerosos miembros leales y mecenas han abandonado el navío. Empezando por el tesorero, el cuñado de MAM, y siguiendo por la patrona de la fundación. Al ver que cambiaban las tornas, la exministra convertida en eurodiputada dimitió de su cargo de administradora el 1 de julio, invocando una supuesta «incompatibilidad de mandato».

Temerosos de ver manchada su reputación, la Banca Postal, Groupama y GDF Suez, que subvencionaban la Fundación del Voluntariado con unos 30.000 euros al año, han anunciado discretamente su retirada. La Caja de Depósitos, la SNCF o EDF podrían emularles. La pobre MAM, que esperaba una pequeña poltrona en la dirección del futuro partido sarkozysta, quizás va tener que contentarse con unas vacaciones en Túnez...