Pese a la expectación creada, la declaración del expresident Jordi Pujol ante la jueza que le imputa un delito contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales no ha aportado ninguna novedad de peso en el ‘caso Pujol’. El expresident ha reiterado una vez más que la fortuna que la familia escondió en Andorra durante más de tres décadas tienen su origen en una herencia paterna sobre la cual, sin embargo, no ha aportado ningún nuevo documento (la herencia oficial ya fue entregada a los juzgados, pero en ella no consta el capital andorrano).

Pujol tampoco ha sabido explicar en detalle, según publican medios catalanes, cómo es que los supuestos 140 millones de pesetas heredados hace más de treinta años se han convertido en el equivalente a más de 500 millones de pesetas en la actualidad. Un dinero regularizado el pasado mes de julio por su mujer, Marta Ferrusola, y tres de sus hijos (Marta, Mireia y Pere), lo que les ha implicado estar igualmente imputados. Ferrusola se ha negado a declarar ante la juez, algo que sí han hecho los tres hijos del matrimonio con las preguntas de la juez y del fiscal, no así con las de la acusación popular, ejercida por la organización ultra Manos Limpias. Exactamente igual que el expresident.

La juez instructora del caso (abierto tras la confesión del expresident) sigue de esta manera sin aclarar el origen de la fortuna de los Pujol. Cabe recordar, en este sentido, que en el auto con el que desestimó el archivo del caso, la juez vio «sospechoso» que la fortuna provenga «de una herencia de más de treinta años sobre la que no se aporta ninguna documentación».

Una familia imputada

No es la única causa judicial abierta contra miembros del clan Pujol, de los que tan solo un miembro está, a día de hoy, sin imputar. El primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, tiene una causa abierta en la Audiencia Nacional, también por delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales. Unos delitos similares por los que también la Audiencia Nacional investiga a otro miembro del clan, Oleguer Pujol, que fue retenido durante unas horas el pasado 23 de octubre mientras registraban su domicilio.

El caso más sonado, sin embargo, por estar implicado el hijo del expresident dedicado a la política, es el de Oriol Pujol, exdiputado y exsecretario general de CDC. El domingo se conoció parte del sumario del caso de las ITV, en el que está acusado de cohecho y tráfico de influencias. Según el escrito del caso, Oriol obtuvo ganancias después de mediar en la deslocalización de diversas empresas, mediaciones en las que podría haber intervenido el president, Artur Mas.

Esta información, conocida en las últimas horas, obligó a CiU y al Govern a defender el papel de Mas, algo insuficiente para ERC. Después de impedir en numerosas ocasiones la comparecencia del president en la comisión parlamentaria de investigación del fraude fiscal (conocida como comisión del caso Pujol), los republicanos cedieron ayer finalmente y votaron a favor de la comparecencia de Mas, que se verá obligado a rendir cuentas ante el Parlament.