La Fundación Ipar Hegoa ha clausurado esta mañana las jornadas «[Bir]pentsatzen» con una mesa redonda a cargo de la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, el director de la fundación Iratzar, Floren Aoiz, y el economista Isidro Esnaola. Antes los profesores Denis Merklen y Sophie Béroud, que ya intervinieron ayer, han abordado las redes de solidaridad y los ejemplos de nuevo sindicalismo junto a la secretaria de Acción Sindical y Negociación Colectiva de LAB, Garbiñe Aranburu, que se ha encargado de repasar la evolución de la agenda sindical.
En su intervención final, Etxaide ha repasado el papel del sindicalismo a lo largo de las últimas décadas y en la actualidad, donde ha destacado la lealtad de LAB hacia el proyecto de independencia y socialismo, así como su responsabilidad en el marco del proceso político vasco. De hecho, Etxaide ha subrayado que «definir cuál es esa responsabilidad» es uno de los debates que debe abordar el sindicalismo en los próximos tiempos.
Etxaide ha considerado imprescindible que el sindicalismo recupere su capacidad de incidencia en la realidad, algo que ha reconocido que se ha debilitado en los últimos años. Para ello ha apuntado como líneas a seguir la potenciación del valor estratégico de los sindicatos, la transición de una estrategia de resistencia a una de construcción nacional y social, y por último, la necesidad de una apuesta clara por la unidad sindical.
La secretaria general, por último, ha admitido que «resulta difícil volver a acercarse a los trabajadores que se han alejado de los sindicatos», subrayando, sin embargo, que este es uno de los grandes retos: «Tenemos que reorganizar a los trabajadores y eso significa reorganizar los sindicatos». «Tenemos dos años para deshacer estos nudos», ha concluido Etxaide, en referencia al congreso que el sindicato celebrará en 2017.