Pocas veces habrá quedado tan claro que la realidad tiene una versión institucional y otra popular. El presidente del Gobierno, el lehendakari, tres ministros y todo tipo de autoridades autonómicas, provinciales y locales se han dado cita en Gasteiz para dar inicio a las obras del Memorial de Víctimas del Terrorismo, un Centro que según todos los discursos es muy necesario y demandado para contar «la única verdad» de lo ocurrido en Euskal Herria desde 1960. Y cuando todos esos gobernantes han acudido a descubrir la placa conmemorativa, en lugar de aplausos se han encontrado con que los pocos asistentes irrumpían en gritos de «ladrones», «fuera», «No hay pan para tanto chorizo» y «Alde hemendik utzi pakean». La llegada de Iñigo Urkullu también ha sido saludada con gritos de «PNV español». Y en el momento en el que Mariano Rajoy ha tirado de la cortinilla, han arreciedo las consignas de «Zuek faxistak zarete terroristak».

El Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo está creado por ley pero todavía no tiene ni licencia para las obras que deben efectuarse en el antiguo edificio del Banco de España, ni está claro que exista un proyecto cerrado de cuál debe ser su actividad, pese a las explicaciones que en el interior de la subdelegación del Gobierno español han dado la arquitecta y uno de los miembros del comité de expertos creado al efecto y cuyos componentes han sido condecorados por el presidente, Mariano Rajoy. Ningún miembro del PNV ha acudido a esta primera parte del acto.

Tras el descubrimiento de la placa entre protestas, las autoridades se han encaminado al Palacio de Villasuso, para con sus discursos inaugurar la jornada "Memoria y Víctimas del Terrorismo. La Mirada de la Víctima". Allí han hablado la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, el diputado general, Javier De Andrés, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Dejando todos ellos claro que las víctimas del terrorismo a las que está dedicado el Memorial son las de ETA y, solo de refilón, a las de organizaciones yihadistas.

Entre tanto, a unos pocos cientos de metros de allí, un centenar de personas se han concentrado convocadas por la Plataforma Vasca para la Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo, para exigir igualdad de trato para todas las víctimas, y no que para unas se erijan memoriales y a otras se les «aplique la desmemoria y se les postergue al olvido». Esta protesta ha contado con el apoyo de EH Bildu y Podemos.