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GASTEIZ

Arruebarrena defiende su «nobleza y honradez» en el ‘caso Pinosolo’

El exalcalde de Leioa, Eneko Arruebarrena (PNV), ha defendido su «nobleza y honradez» con respecto al ‘caso Pinosolo’, al tiempo que ha defendido su «absoluta credibilidad». A su vez, EH Bildu, PSE, PP y UPyD han pedido su cese como gerente del Metro y los jeltzales han respondido denunciado «linchamiento».

Eneko Arruabarrena, ante la comisión de Medio Ambiente. (Raul BOGAJO / ARGAZKI PRESS)
Eneko Arruabarrena, ante la comisión de Medio Ambiente. (Raul BOGAJO / ARGAZKI PRESS)

El exalcalde de Leioa, Eneko Arruebarrena (PNV), ha defendido su «nobleza y honradez» con respecto al ‘caso Pinosolo’. Arruebarrena ha comparecido ante la Comisión de Política Territorial del Parlamento de Gasteiz, a la que había sido llamado por EH Bildu. La coalición soberanista había solicitado la comparecencia del exalcalde de Leioa para que ofreciera explicaciones sobre su «credibilidad» para desempeñar su actual cargo como gerente de Metro Bilbao. En este sentido, el exalcalde ha defendido su «absoluta credibilidad».

Tanto EH Bildu, como el PSE, el PP y UPyD, consideran que Arruebarrena no reúne las condiciones para seguir en este cargo público tras las presuntas irregularidades detectadas en su gestión como alcalde en el proyecto del polideportivo de Pinosolo, en Leioa, que están siendo investigadas por la Fiscalía.

Arruebarrena, no obstante, ha asegurado que ha desarrollado toda su trayectoria como representante público «con nobleza y honradez». El parlamentario del PNV Joseba Zorrilla ha expresado su «apoyo y solidaridad» al exalcalde ante lo que considera «una campaña orquestada y un linchamiento».

Oregi afirma que no le corresponde hablar sobre gestión municipal

La consejera de Política Territorial, Ana Oregi, también ha comparecido ante esta comisión a petición de EH Bildu. Sin embargo, ha asegurado que no le «corresponde» pronunciarse sobre una cuestión de gestión municipal.

Asimismo, ha defendido la «capacidad, profesionalidad y buen trabajo», apuntando que «no es el tiempo de la Inquisición».