La consejera de Economía y Hacienda, Lourdes Goicoechea, reconoció ayer que tuvo en su mano mandar a Osasuna a un concurso de acreedores en cuanto asumió el cargo, a mediados de 2012. Según explicó, si no llega a conceder un nuevo aplazamiento, «el club hubiera tenido que ir a un concurso de acreedores». Y, en su opinión, «hubiera desaparecido». En ese momento, además de la deuda con Hacienda, existía un aval vivo del Gobierno navarro de 9,9 millones que no se recuperaría. En ese momento, el Ejecutivo se hubiera quedado con los terrenos e instalaciones del club.
Esta afirmación desmonta la versión dada hasta ahora por parte del Ejecutivo de UPN de que el Gobierno se ha limitado a cumplir la ley con Osasuna. En realidad, fue potestad suya no requerir en la última década el pago de los distintos impuestos, precisamente porque así lo dice la ley. A consecuencia de ello, ahora el club tiene una deuda de 53 millones que difícilmente podrá pagar.
Goicoechea tomó la cartera de Economía y Hacienda en junio de 2012. La cita clave sucedería al mes siguiente. La consejera se habría reunido con Miguel Archanco «para exigir el pago de la deuda», según relató. Es entonces cuando decidió que no merecía la pena exigir el cobro a cambio de que el club abonara al menos los nuevos cargos que iría generando.
Según su versión, el club sí que pagó lo que le correspondía a partir de entonces (cifró en entre 20 y 21 millones lo recaudado en todo su mandato, que coincide con lo dicho por Archanco). Luego reveló que la supuesta etapa con Osasuna como contribuyente cumplidor duró poco. Tras año y medio, volvió a las andadas en 2014. La consejera lo justificó en que «fue un año atípico» y citó tres elementos clave: la dimisión de la directora gerente de Hacienda (Idoia Nieves), el descenso y el cambio en la directiva.
En ese momento, de nuevo la consejera volvió a avalar aplazamientos al club en vez de ejecutar el embargo de sus bienes. Ayer no dio detalles, pero para retrasos anteriores el club ya había puesto como avales sus posesiones, tasadas entonces en 28 millones.
Comptos tiene los datos
Con todo, el relato de su actuación es muy grueso y sin detalle. Goicoechea aseguró que el Gobierno al único que ha dado información es a la Cámara de Comptos, que ya está trabajando en un informe. Se desconoce para cuándo lo tendrá terminado. Y si llegará a este Parlamento, ya que se disuelve el miércoles (aunque quizá se articule un modo para que se notifique).
Maiorga Ramírez, de Bildu, desmontó esta tesis. El Gobierno oculta datos. A este respecto, esgrimió una pregunta parlamentaria en la que el Gobierno le negó que hubiera contribuyentes con deudas superiores a 15 millones de euros. A su juicio, el motivo del «cerrojazo» es que el Gobierno «es cómplice».
Igualmente desde la oposición, Juan Carlos Longás (Aralar) le recriminó con dureza por perdonar el pago precisamente del IVA y de IRPF. Es decir, que Osasuna se estaba quedando con el dinero de los aficionados de forma fraudulenta, ya que eso supone que, por ejemplo, el club vendía las entradas al Sadar con IVA y no entregaba ese dinero cobrado de más al fisco.
El director de Hacienda niega recibir «instrucciones políticas»
El hombre que Goicoechea y Yolanda Barcina buscaron a toda prisa para sustituir a Idoia Nieves tras la dimisión de la exdirectora de Hacienda, y su número dos, negó ayer que hubiera «instrucción política alguna» en la actuación del organismo autónomo de Hacienda con respecto a Osasuna. José Raúl Goñi hizo una defensa cerrada del Gobierno que le aupó al cargo, pero incurriendo en absurdos legales. El grueso de las decisiones en torno a Osasuna no competían a la Hacienda Pública, sino al Gobierno navarro. El director de Hacienda solo puede acordar aplazamientos si estos son menores a 200.000 euros, y en el caso Osasuna siempre han sido mayores. El siguiente escalafón de responsabilidad recae en el consejero, que se encarga de los aplazamientos por cuantías que van desde 200.000 euros a 1,5 millones. Para importes mayores, que es lo que afecta al club, fueron preceptivos acuerdos de Gobierno. La propia Goicoechea dejó en evidencia el triste papel que jugó ayer Goñi al reconocer que la decisión de no ejecutar la deuda al club fue suya.
«No haré valoraciones sobre responsabilidades políticas y, sobre las responsabilidades jurídicas, para eso están los tribunales», proclamó Goñi desafiando a la Cámara. Aseguró que siempre se ha cumplido la ley y que esta tiene una «discrecionalidad escasa». En definitiva, que Osasuna no ha gozado de «privilegios».