Sin sorpresas, el Pleno de las Juntas Generales de Gipuzkoa ha reprobado por el escándalo de la AP1 o «caso Bidegi» al entonces diputado general y ahora candidato del PNV a retormar el cargo, Markel Olano, y al que era diputado de Infraestructuras y actualmente alcaldable de Donostia, Eneko Goia. Se les considera responsables políticos de los pagos por obras no realizadas que se investigan en los tribunales.
En el debate ha tomado la palabra el diputado general, Martin Garitano, para reivindicar la «tolerancia cero frente a la corrupción» y el respeto a la ciudadanía guipuzcoana. Ha situado ahí la querella de la Diputación, porque «no se puede mirar hacia otro lado» ante una cosa así. «Esta Diputación habrá metido la pata a veces, pero la mano en la caja, nunca», ha añadido.
Iban Ansejo (Bildu) ha remarcado que lo ocurrido en Basagoiti es «incuestionable» y las preguntas resultan evidentes: «¿Por qué se hizo esa liquidación así, seis días antes de la llegada de Garitano y dos años después de acabar las obras, a prisa y corriendo? El PNV nunca ha querido explicarlo, solo ha construido mentira tras mentira, improvisando». «Tu época, Markel, ha pasado», ha espetado Asenjo finalmente a Olano tras recordarle que es histórica una reprobación así por el mal uso del dinero público.
Maite Sarasua (Aralar) ha añadido que quien ha formulado las imputaciones es el Juzgado y no la Diputación, que el silencio del PNV en estos meses ha sido «significativo» y que no tiene sentido decir que la comisión ha tenido poco tiempo de trabajo porque «también la podían haber pedido antes PNV y PSE».
Para Iñigo Manrique (PP), «queda fuera de toda duda» que los 900.000 metros cúbicos de tierra nunca estuvieron en el depósito de Basagoiti «y esos 100.000 caminos son imposibles de camuflar». Pero esa es una cuestión que no es aislada, ha recordado tras las nuevas revelaciones de la Diputación, «sino que se repite sistemáticamente en partidas de difícil seguimiento». Por ello, ha defendido que se repruebe a Olano y Goia, de quienes ha recordado que no aportaron nada que esclareciera los hechos en la comisión de investigación, más allá de «frases vehementes» y «medidas verdades».
La portavoz del PNV, Eider Mendoza, ha mantenido el tono usado en la comisión de investigación, calificando esta iniciativa de «venganza política», hablando de «colegueo» entre EH Bildu y PP, y añadiendo que la diputada Larraitz Ugarte «ha cumplido su misión». «No hay nada detrás de todo eso», ha añadido Mendoza, obviando que la querella se tramita en el Juzgado con tres imputados ya y que además va a ser ampliada por la Diputación con nuevos motivos. Ha terminado en tono amenazante, concretando en Ugarte y el diputado general, Martin Garitano: «Estén donde estén ustedes en el futuro, que sepan que esto no lo vamos a dejar así». «Más responsabilidad y menos amenazas», le ha respondido luego Garitano.
El PSE ha mantenido la inhibición mostrada en todo el proceso, argumentando que no ha habido tiempo suficiente para conocer lo sucedido.