El Gobierno español considera «reprochable» que se haga una pitada aprovechando «la repercusión pública» que otorga un espectáculo deportivo «que todos los españoles tienen derecho a disfrutar, sin la protesta y la perturbación que algunos quieran imponer».
«Las cuestiones ideológicas o políticas no deben interferir el normal desarrollo de los acontecimientos sociales, culturales y deportivos», señala el Ejecutivo, que estima que «aprovechar un encuentro de fútbol para escenificar una protesta de carácter político es una falta de respeto para este deporte, para el conjunto de los aficionados y para todos los españoles, que tienen derecho a disfrutar de este partido como lo que es, un espectáculo deportivo, y, al mismo tiempo, a ser respetados a través de los símbolos que nos representan a todos y a nuestra democracia».
El Ejecutivo de Rajoy anuncia que ha convocado para este lunes «la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, con el objetivo de proceder a denunciar las actuaciones inconvenientes y, en su caso, proponer las sanciones que fueran procedentes».