En un comunicado, Etxerat ha afirmado que, aunque esta nueva condena de 17 años «no supone un alargamiento y se suma a las anteriores de Arrozpide», a su juicio, «lo único que se busca es utilizar a los presos políticos como continuo trofeo mediático de la venganza para sumir a los familiares en un constante desvelo».
«Esta nueva resolución y la campaña de caza tras su liberación el pasado diciembre únicamente responde a la parafernalia de la venganza del aparato jurídico del Estado español», ha insistido, para añadir que detrás de la pena impuesta por la AN «no hay más que la intención de utilizar a los presos políticos vascos como trofeo de la venganza y sumir a la opinión pública en el caduco e irreal discurso de vencedores y vencidos».
Finalmente, han denunciado «la campaña de caza mediática» contra Arrozpide, «encarcelado de nuevo tras 45 días de lograr su libertad el 4 de diciembre por la decisión del Tribunal Supremo de posicionarse en contra de la acumulación de penas, en contra de Europa». «Esa decisión tiene más de mera trampa que de argucia o treta legal, dado que responde a la rabia por su excarcelación», han concluido.
En otro comunicado, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha afirmado que «en la base y en el origen de la sentencia de la Audiencia Nacional no hay más que sed de venganza» y cree que «es la única manera de entender este caso porque Arrozpide ha pasado 28 años en prisión y justo cuando había recuperado la libertad, el Gobierno español ha utilizado todos los resortes a su alcance para fabricar de una forma u otra nuevas acusaciones con los que volver a condenarlo y encarcelarlo».
En este sentido, ha considerado que esta decisión «evidencia que en lo referente al conflicto vasco el Estado español no quiere justicia, sino saciar su sed de venganza».
«El acoso que Arrozpide ha tenido que sufrir desde que en diciembre quedó en libertad –en enero volvió a ser detenido– demuestra que la cárcel es la única oferta que el Estado tiene para Euskal Herria», ha concluido Arzuaga.