La consejera de Seguridad del Gobierno de Lakua, Estefanía Beltrán de Heredia, ha confirmado que el arma utilizada por el ertzaina detenido tras disparar mortalmente al transportista granadino Jesús Madrigal no es la reglamentaria, sino un arma que tenia el agente «de forma particular».
Ha indicado que «hasta donde conocen» los responsables de su consejería, el detenido, que continúa en dependencias de la Policía Foral, tenía las autorizaciones correspondientes para portarla y cumplía «con el reglamento de armas».
Beltrán de Heredia también ha señalado que el ertzaina se encuentra en situación de «segunda actividad» dentro de la Ertzaintza, «con servicios reducidos por problemas de enfermedad física», aunque no ha querido desvelar el tipo de problemas físicos que padece por considerarlos «datos privados». En cualquier caso, ha insistido en que «estaba en activo» y, por lo tanto, «plenamente autorizado y sin limitación para el ejercicio de la profesión».
Preguntada por posibles controles sicológicos en el seno de la Ertzaintza, ha explicado que en el cuerpo se hacen pruebas de acceso «y toda persona que esta en activo lo está porque tiene superada esa condición».
No obstante, ha admitido que «no hay un test sicológico que se pase con cierta periodicidad», aunque «lógicamente si algún ertzaina en algún momento tiene algún tipo de problema sicológico o de otro tipo están los servicios médicos» para adoptar las medidas oportunas.
Ha señalado que su departamento no maneja ninguna hipótesis en relación a lo ocurrido, y lo ha circunscrito a un hecho «aislado e individual, que se produce en un espacio privado» y que «no corresponde a una actuación policial».
Ha lamentado «el trágico hecho» y ha mostrado su solidaridad y condolencias a la familia del fallecido.