Los trabajadores realizarán una asamblea esta mañana en Bilbo que será la que ratifique el preacuerdo; luego lo explicarán en una rueda de prensa a los medios de comunicación. Si, como se espera, la asamblea da el visto bueno, el lunes empezarán a trabajar de nuevo.

El conflicto, que en la CAV afecta a cerca de 250 personas, 150 de ellas en Bizkaia, se inició tras la decisión de la compañía Telefónica-Movistar de modificar «aún más a la baja»  el acuerdo con las contratas y subcontratas que le realizan los trabajos de instalación y mantenimiento para el período 2015-2018. Esta modificación suponía la rebaja de algunos de los baremos de facturación existentes hasta en un 25%.

Con las anteriores condiciones, los que trabajaban como «falsos autónomos» para las contratas y subcontratas de Telefónica-Movistar ya tenían que asumir una serie de gastos que les dejaban un salario neto mensual que rara vez superaba los 800 euros, tras realizar jornadas de 10 horas diarias y trabajando muchos fines de semana, pero las nuevas agravaron esta situación, según denuncian los afectados.

Los trabajadores exigen un convenio propio que equipare sus condiciones laborales y salariales a las de los trabajadores fijos de Movistar.