El preso político Frederik Haranburu ‘Txistor’ tendrá que esperar al 6 de agosto para conocer la decisión sobre la demanda de libertad condicional que realizó hace dos años y que fue rechazada por el Tribunal de Aplicación de Penas el 27 de marzo pasado después de examinarla un mes antes.
En la sesión de la Corte de Apelación de dicho tribunal, que ha durado casi dos horas, la Fiscalía ha reiterado su demanda de no concederle la libertad condicional basándose, fundamentalmente, en «que ETA podría volver a actuar» porque no ha entregado las armas, con lo que sigue existiendo «el riesgo» de que el senpertarra pudiese reincidir.
Su abogada, Maritxu Paulus-Basurko, ha explicado extensamente la coyuntura política del momento en que fue detenido su defendido en 1990 y ha insistido en que el proyecto de inserción con un domicilio y un trabajo en Ipar Euskal Herria que ha presentado es totalmente coherente para una persona como él que lleva más de 25 años en prisión. «Si realmente estamos hablando de que mi defendido pueda volver a una vida normalizada, ¿cómo se puede pretender que, tras 25 años en la cárcel, su nuevo proyecto de vida no se encuentre en su entorno? ¿Qué posibilidades tendría de buscar un trabajo o un domicilio fuera del mismo después de tantos años?» ha preguntado al tribunal. Uno de los motivos por los que se le rechazó la libertad condicional fue, precisamente, que su proyecto de vida tras ser excarcelado no era adecuado al ubicarse en Euskal Herria.
Haranburu fue condenado a cadena perpetua y esta es la primera vez que solicita la libertad condicional.