Los siete cabezas de lista con posibilidades de entrar al Parlament que surja de las elecciones catalanas del 27 de setiembre son nuevos en el cargo. Una muestra más de la excepcionalidad de la cita plebiscitaria del próximo otoño, en la que partidos y coaliciones se han afanado por buscar caras nuevas. Lo viejo ya no sirve.

Incluso el unionismo, que se presenta por separado, ha renovado a sus candidatos. El cabeza de lista del PP, el xenófobo exalcalde de Badalona, Xavier García-Albiol, pondrá la nota discordante en un Parlament en el que, por lo demás, se esperan debates de altura, en consonancia con la categoría política de la mayoría de candidatos. Dentro del unionismo, todavía es una incógnita el desempeño de la candidata de Ciutadans y única mujer que aspira a la presidencia, Inés Arrimadas, pero nadie duda de la capacidad política del candidato del PSC, Miquel Iceta. Otra cosa es que su tercera vía federalista, a la que ni el propio PSOE parece hacer mucho caso, le obligue a equilibrismos retóricos difíciles de sostener. Una situación parecida a la que se enfrentará UDC, que concurrirá por primera vez en solitario a unas elecciones con el exconseller de Interior, Ramon Espadaler, al frente.

Pero el esfuerzo por renovar cartel e incorporar a una legislatura excepcional nombres excepcionales es evidente sobre todo en las otras tres listas en liza. La más notable es Junts pel Sí, en la que CDC y ERC esconden la cabeza para dar todo el protagonismo a personalidades de prestigio de la sociedad civil. El esfuerzo también se nota en la candidatura de la CUP, así como en la de Podemos e ICV-EUiA, aunque con menor éxito. A continuación repasamos estas tres candidaturas.

Junts pel Sí, el soberanismo civil a las puertas del Parlament

Es la lista que, previsiblemente, hará president a Artur Mas, pero es bastante más que la lista de Mas, nombre con la que han bautizado a Junts pel Sí desde el unionismo. De hecho, aunque haya que coger siempre con pinzas sus declaraciones, no está de más recordar que el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, aseguraba esta misma semana que «apostar por Junts pel Sí es hacerlo más por un gobierno de izquierdas que por la independencia».

Ni tanto ni tan calvo, pero lo cierto es que un vistazo a la lista electoral basta para darse cuenta de que está plagado de personalidades mucho más a la izquierda que Mas. Empezando por el propio cabeza de lista, el «comunista» Raül Romeva, en palabras de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. Le siguen en la lista las dos principales caras del soberanismo civil, las expresidentas de la ANC, Carme Forcadell, y de Òmnium Cultural, Muriel Casals. Exconcejala de ERC la primera y exmilitante del histórico PSUC comunista la segunda.

Qué decir del cabeza de lista en Girona, el siempre cantautor y ahora escritor Lluís Llach, avalado por una trayectoria vital que no necesita de más presentaciones. En Tarragona la lista también va bien nutrida con el economista y exdiputado del PSOE Germà Bel al frente y la escritora y profesora universitaria Montserrat Palau como número dos.

Aunque la mayoría de puestos estarán ocupados por candidatos de CDC y ERC (sus líderes, Artur Mas y Oriol Junqueras, irán de números cuatro y cinco, respectivamente), los impulsores de la candidatura no renuncian a fichar a más cuadros provenientes de la sociedad civil o del mundo académico. Tal es el caso del presidente de la asociación de castellanohablantes a favor de la independencia Súmate, Eduardo Reyes, que ocupa el sexto lugar en la candidatura, o el del catedrático de Economía Financiera y Contable de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), Oriol Amat, séptimo en la lista.

Estas personalidades entrarán, con toda probabilidad, en el próximo Parlament, mientras que otras, como el entrenador del Bayern de Múnich e ídolo culé, Pep Guardiola, han apostado por dar apoyo a la lista de forma simbólica, ocupando los últimos puestos. Es también el caso de Anna Caula, entrenadora del equipo de baloncesto Uni Girona y exentrenadora de la selección española femenina sub20 .B.Z.

Catalunya tuvo que enfrentar unas elecciones extraordinarias, como lo fueron también las de 2012, para que la CUP se decidiese a dar el paso de la política municipal al Parlament. El experimento, gracias al trabajo de David Fernández, Quim Arrufat e Isabel Vallet, ha salido bien, por lo que la Esquerra Independentista se dispone a repetir la operación con una potente lista que tiene ante sí el reto de retener dentro del proceso soberanista al grueso de la izquierda alternativa. Las encuestas publicadas a lo largo de los últimos meses les auguran un crecimiento importante, aunque está por ver cómo les afecta que CDC y ERC hayan acordado la lista conjunta, ya que los periodos de mayor auge de la CUP coincidían hasta ahora con los periodos de mayor beligerancia entre los dos partidos soberanistas mayoritarios.

En cualquier caso, la CUP acude al 27S con una lista diversa y bien completa, que combina experiencia y juventud, conocimiento y activismo. Al frente, Antonio Baños, periodista, miembro de la ANC y militante activo de Súmate, la asociación de castellanohablantes a favor de la independencia. Todo un torpedo frente a discursos sobre supuestas fracturas identitarias y una vía para llegar a los barrios y ciudades del cinturón de Barcelona en los que el discurso independentista cala menos.

Aunque en los puestos dos y cinco de la lista encontramos a militantes del partido con experiencia en corporaciones locales como Anna Gabriel y Albert Botrán, la lista está repleta de nombres ajenos a la militancia en el partido. Es el caso del número tres de la lista, el economista y pastelero Josep Manel Busqueta, conocido en Catalunya por ser el autor de ‘L’hora dels voltors’ (‘La hora de los buitres’), un libro sobre el origen y las causas de la crisis económica de los últimos años.En el cuarto puesto, una activista con años y años de militancia a favor de los derechos humanos y años y años de compromiso con las más diversas causas, entre ellas la vasca: Gabriela Serra. Fue la encargada de leer hace un mes el manifiesto catalán de apoyo a la campaña ‘Free Otegi, Free Them All’.

La candidatura principal está bien flanqueada por las listas de Girona y Tarragona. La primera estará encabezada por el reconocido abogado Benet Salellas, mientras que la segunda tendrá al frente a Sergi Saladie, activista medioambiental conocido en Tarragona por su defensa del territorio.B.Z.

En busca de repetir el éxito de Colau

Entre mayo y junio, en pleno periodo de discordia entre los partidos soberanistas, la coalición entre Podemos e ICV-EUiA, entonces incipiente, emergió como principal amenaza para las fuerzas soberanistas de cara a las elecciones del 27 de setiembre. De hecho, una de las razones, apenas confesada, que forzó el acuerdo entre CDC y ERC fue la posibilidad de que una candidatura de izquierda en clave estatal fuese capaz de echar al traste cuatro años de proceso independentista.

Bautizada finalmente como Catalunya Sí que es Pot, la fuerza de esta candidatura se ha desinflado en las últimas semanas, tanto por el vuelco provocado por la aparición de Junts pel Sí como por la negativa de más de una cara conocida a encabezar la lista (el activista Arcadi Oliveres y el periodista Jordi Evolé fueron algunos de los tanteados). Pero aunque no está en condiciones de competir de igual a igual con la candidatura unitaria de CDC y ERC, Catalunya Sí que es Pot tiene serias posibilidades de ser la segunda fuerza parlamentaria, lo que convertiría a su candidato, Lluís Rabell, en jefe de la oposición.

Sin tener un perfil tan conocido como el de Oliveres o Évole, Rabell llega avalado por una vida de activismo social y vecinal, en la que ha destacado como presidente de la combativa Federació d’Associacións de Veïns de Barcelona (FAVB). Tendrá de número dos a la escritora y activista feminista Gemma Lienas, que ya formó parte de la candidatura Barcelona en Comú, con la que Ada Colau conquistó la Alcaldía de Barcelona. La lista electoral, todavía sin cerrar, incluirá en sus primeros puestos a los candidatos de Podemos e ICV-EUiA, el periodista Albano Dante-Fachín y el diputado en el Congreso Joan Coscubiela.B.Z.