«Desde Amaiur siempre hemos rechazado contundentemente que se detenga a personas por su actividad politica. Sea esto en Turquía, en Egipto, en Marruecos, en el Estado español o Venezuela si es el caso. Permítanme que les recuerde que su propio Gobierno sigue manteniendo a decenas de personas presas por su mera actividad política. Por su mera actividad política, sindical o periodística». Con estas palabras, el senador de Amaiur Urko Aiartza ha recordado que Madrid mantiene en prisión a decenas de personas debido a su actividad política. Lo ha hecho durante el debate en la Cámara Alta de la moción presentada por el PP en la que se insta al Gobierno a «realizar las gestiones oportunas para la liberación de los 75 presos políticos en Venezuela, así como frenar las reiteradas inhabilitaciones de dirigentes opositores».
«Quiero recordar los casos de Rafa Díez Usabiaga, secretario general del sindicato LAB, preso por su actividad política; Jabier Salutregi, director del diario ‘Egin’; y el secretario general del partido Sortu, Arnaldo Otegi Mondragon, preso por su actividad política», ha remarcado Aiartza en medio de un creciente griterío desde los bancos que ocupan los senadores del PP y que ha alcanzado su máximo volumen cuando se ha escuchado el nombre de Otegi. El electo abertzale ha seguido su intervención recordando que la libertad de estos presos «ha sido reclamada por expresidentes de Sudamérica como Pepe Múgica, (Fernando) Lugo o (Manuel) Zelaya». En ese momento, el presidente del Senado, Pío García Escudero, se ha visto obligado a intervenir debido a que los gritos de los senadores del PP, que calificaban de «asesino» a Aiartza, impedían seguir el discurso.
«Amaiur siempre hemos estado favor del diálogo y la negociación», ha cerrado Aiartza, quien en su intervención había defendido la soberanía venezolana para solventar sus crisis internas y se había adherido a propuestas de pacificación como las lanzadas por Unasur u otras instituciones latinoamericanas. El debate había sido planteado por el PP como fórmula para ubicar la situación de Venezuela dentro de la agenda electoral española, ya que Génova considera que es un argumento que sirve para desgastar a Podemos.
Finalmente, el texto ha sido aprobado por PP, PSOE, PNV, CiU y Ciudadanos, mientras que la formación de Pablo Iglesias se ha abstenido. Amaiur, ERC, IU y Compromis se han ausentado de la votación.