Los oyentes de Onda Cero pudieron escuchar ayer, en vivo y en directo, cómo el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, desmontaba en menos de un minuto todo su discurso del miedo sobre la apocalíptica salida de los catalanes de la Unión Europea en caso de independencia. Lo hizo con la inestimable ayuda del periodista Carlos Alsina, que ayer dio una lección al oficio. No es lo más ortodoxo, pero merece la pena transcribir la conversación entre presidente y periodista:
Empieza Rajoy: «Lo que algunos pretenden es pedirle a la gente que renuncie a su condición de español y europeo. Es un disparate y sus derechos como españoles y como europeos, ¿por qué tienen que perderlos? Si es que esto va contra el sino de los tiempos. Bueno, pues esto es lo que tratamos de defender nosotros...». Corta Alsina: «Pero la nacionalidad española no la perderían. Ya que estamos hablando de este escenario que sería la independencia catalana, la nacionalidad española no la perderían los ciudadanos de Catalunya». Rajoy: «No lo sé. Es decir, ¿por qué no la perderían? ¿Y la europea tampoco?». Alsina: «Porque la ley dice que el ciudadano de origen, nacido en España, no pierde la nacionalidad aunque resida en un país extranjero si manifiesta su voluntad de conservarla». Rajoy: «Pues... eh... ¿Y la europea?». Alsina: «Y la europea la tiene porque tiene la nacionalidad española». Rajoy: «Me parece que estamos en una disquisición que no conduce a parte alguna».
El audio circuló a toda velocidad por las redes sociales y el propio Govern no tardó en hacerse eco por boca de su vicepresidenta, Neus Munté: «Conocíamos su desconocimiento de la realidad catalana, pero hoy (por ayer) también comprobamos que desconoce el contenido de la Constitución».
El regalo de Rajoy al independentismo catalán fue completado por el cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, que ayer convocó una vigilia para el viernes con el objetivo de «rezar por España y su unidad». «No hay justificación moral alguna para la secesión», remató Cañizares, en cuya ruidosa entrada en escena algunos quisieron ver la reacción del ala más retrógrada de la Iglesia frente al silencio de la actual Conferencia Episcopal Española.
La negra jornada para el discurso del miedo vino rematada por varias informaciones que retratan como absolutamente falsa la amenaza de los bancos de abandonar Catalunya en caso de independencia. El caso más claro fue probablemente el del Colegio de Médicos de Barcelona y el BBVA. Después de que los primeros, que gestionan más de 12.000 cuentas de médicos en dicha entidad financiera, pidieron explicaciones, BBVA les aseguró ayer que no tienen ninguna intención de dejar Catalunya.
La mediación suiza
Según informó ayer ‘Vilaweb’ citando a medios suizos, la mayoría de partidos del país helvético firmó ayer una interpelación para que su gobierno medie en el conflicto catalán. En la interpelación, que ahora el ejecutivo suizo deberá contestar, se lee que «pese al bloqueo de Madrid, Catalunya aspira a decidir democráticamente su futuro político» y que «la posición española parece contraria a la práctica internacional adecuada en los países democráticos».
Científicos con Junts pel Sí, 200 firmas de la cultura con la CUP
Mientras la banca y la Iglesia se abonan a un discurso del miedo que en los últimos días al unionismo se le viene girando en contra, el independentismo siguió ayer recabando apoyos de cara al 27 de setiembre en campos bien diferentes. Sin ir más lejos, ayer Junts pel Sí presentó la adhesión de 15 importantes figuras del mundo de la ciencia, que firmaron el manifiesto «Una buena oportunidad para nuestra ciencia», en el que defienden que el voto a la candidatura independentista es la mejor manera de «incrementar los recursos que nuestra ciencia necesita y dotarnos de las estructuras de Estado que garanticen la consolidación y crecimiento de nuestro sistema de investigación». Entre los firmantes destacan nombres como los de Jordi Galí, del Centre de Recerca en Economía Internacional, Joan Massagué, responsable del Sloan Kettering Institute o Xavier Estivill, del Centre de Regulació Genomica.
También entraron ayer en escena cerca de 200 nombres del mundo de la cultura, que dieron apoyo al candidato de la CUP, Antonio Baños, a través del manifiesto «Por una política nuestra». En un tono a juego con la campaña desenfadada diseñada por la Esquerra Independentista, los firmantes explican por qué le dan su apoyo a Baños: «Porque es uno de los nuestros. Porque le gusta el rocanrol. Porque es un periodista sin pelos en la lengua, con un argumentario de piedra picada. Porque necesitamos gente que nos represente, que viva como nosotros, que nos defienda con su día a día».B.Z.